NICOLÁS CASTILLO ARÉVALO
La Caja Metropolitana reportó pérdidas por S/.6,56 millones entre enero y mayo del 2014, según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), con lo cual acumuló cinco meses de resultados negativos, en medio de cuestionamientos y denuncias a la plana directiva de la entidad.
Las pérdidas ponen en riesgo la calificación crediticia de la microfinanciera –su capacidad de cumplimiento de pago–, pues son contraproducentes a su intención de acumular ganancias para fortalecer su capital.
“La municipalidad [de Lima] se ha comprometido a capitalizar el 100% de las utilidades [de la caja] a ser obtenidas entre el 2012 y el 2016. No obstante [...], es difícil que el patrimonio se incremente de manera importante”, sostuvo la agencia Apoyo & Asociados en el reporte de clasificación de riesgo de la Caja Metropolitana de mayo último.
Del 100% facturado por la caja en los cinco primeros meses del año, el 31% fue destinado a cubrir los gastos de financiamiento, el 20% a acumular reservas para respaldar su cartera morosa y el 53% a pagar gastos administrativos. Estos rubros superaron los ingresos totales.
Asimismo, la entidad tuvo que reservar S/.10,1 millones para respaldar su cartera atrasada, que aumentó de 10,6% a 11,5%, en el período de análisis, y se convirtió en la tercera más alta del sistema de cajas.
Además, la mora de sus préstamos a la pequeña empresa se disparó de 16% a 22,6% a mayo. Apoyo & Asociados dijo que en el 2013 los créditos pymes de la caja registraron un importante aumento de su morosidad, debido a problemas en el otorgamiento de créditos y por prácticas inadecuadas de algunos asesores de la entidad.
“La pérdida es un tema coyuntural porque vamos a tener importantes ingresos extraordinarios por recuperaciones. De hecho, al cierre de junio ya se viene revirtiendo”, aseveró a El Comercio Óscar Vivanco, gerente general de la caja.
El funcionario reveló que la entidad tiene proyectado cerrar en el 2014 con una utilidad antes de impuestos de aproximadamente S/.7 millones, al tiempo que exhortó a este Diario a no publicar noticias sobre los resultados de la institución, a las que calificó de negativas por afectar la confianza de sus clientes. “Ello es irresponsable porque la caja va a cerrar en azul, como lo ha hecho en los últimos tres años, pese a lo que nos dejó la gestión anterior”, dijo.
Si bien el año pasado la Caja Metropolitana cerró con una utilidad de S/.104 mil, se salvó de reportar pérdidas porque la junta general de accionistas acordó tomar de su capital S/.15 millones para constituir diversas reservas y evitar comprometer los ingresos del ejercicio, según el reporte de Apoyo & Asociados.
“¿Qué podría generar un impacto en las clasificaciones de riesgo otorgadas [a la caja]? Un mayor deterioro en sus principales indicadores de morosidad, cobertura y solvencia podría generar un efecto negativo en sus clasificaciones”, advirtió la clasificadora.
Hoy dichos indicadores se están deteriorando.
“HAY RESPONSABILIDAD DE LOS REGULADORES”
Según la clasificadora de riesgos Apoyo & Asociados, ya en el 2011 la Caja Metropolitana conocía el deterioro de los créditos Caja Gas – los préstamos dirigidos a financiar la conversión de vehículos gasolineros a gas natural – y, pese a ello, usó esta cartera para respaldar bonos que emitió a mediados del 2013 por S/.40 millones y que fueron adquiridos por la estatal Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide).
“Este es un caso similar a los bonos respaldados por hipotecas tóxicas en EE.UU.”, dijo el economista Jorge González Izquierdo.
Agregó que, si bien esa deuda no es un delito, los reguladores como la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), las agencias que califican el riesgo de la caja y Cofide son responsables de permitir este tipo de operaciones, que pueden afectar la confianza de los bonistas del mercado de valores peruano.