La noche del sábado 19 de noviembre, Joseph Wilder Paredes Cortez, de 18 años, fue asesinado a balazos en la puerta de su casa en el . Su familia, desde entonces, ha mantenido una sola versión: que la policía ha estado involucrada en el crimen porque la víctima era considerada como testigo de un proceso que llevó a prisión a un suboficial.

La versión del fiscal anticorrupción del Callao va en la misma línea que estas acusaciones, porque confirma que la policía no le otorgó la protección que había solicitado para este joven.

Los familiares detallaron que el asesinado había participado en la denuncia de agentes corruptos de la comisaría de Juan Ingunza Valdivia. Tras haber sido detenido y acusado de tener drogas en su poder, el suboficial Camilo Pastor Becerra Rodríguez habría pedido 10 mil soles para su liberación. Por este hecho, el agente permanece desde setiembre en el penal Sarita Colonia.

El 5 de octubre, la fiscalía pidió protección policial para Joseph y otras cuatro personas, pero esta solicitud nunca fue atendida bajo el pretexto de que no había suficiente personal.

"Existía (en la policía) el cuestionamiento de por qué se le brinda protección personal a una persona que podría estar implicada en la comisión de otros delitos", indicó el fiscal Wils Gonzales Morales, fiscal provincial anticorrupción del Callao.

Tras mes y medio de demoras y de informes policiales que buscaban justificar la falta de protección al testigo, los sicarios atacaron y acabaron con la vida del testigo.

- Antecedentes de víctima -

Según la policía, Joseph Paredes Cortez había participado en el asalto a una barbería en San Martín de Porres, además de tener denuncias en su contra por robo, lesiones y tráfico ilícito de drogas.

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