La Marina de Guerra del Perú recordó hoy el Combate de Angamos, enfrentamiento naval que se dio en 1879, en medio de la Guerra del Pacífico, y en el que ofreció su vida el almirante Miguel Grau. A las 9 a.m. se llevó a cabo una ceremonia en la plaza del Callao que lleva el nombre del héroe. Esta fue inaugurada por la banda de músicos de la Marina y varios disparos de cañones.
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En el evento participaron el comandante general de la Marina de Guerra, Almirante Fernando Cerdán Ruiz las principales autoridades de las Fuerzas Armadas y el Presidente de la República, Martín Vizcarra, quien estuvo acompañado por casi todo su gabinete de ministros.
Varias embajadas rindieron honores al almirante Grau. Entre ellas, las de Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Estados Unidos, Francia, Italia, Costa Rica, el Reino Unido, Ecuador, Guatemala, Grecia, Honduras, Japón y México. La Marina agradeció también los saludos enviados por las representaciones de Malta, Qatar, Rusia, Panamá, la Unión Europea y los Países Bajos.
A las 9.44 de la mañana se ofreció un minuto de silencio en memoria de los héroes de aquella campaña naval en la que fue capturado el monitor Huáscar. Luego de eso el obispo castrense, Juan Carlos Vera Plasencia, ofreció una corta liturgia.
Vera rescató la importancia, en momentos de “crisis política y de valores”, de mirar a nuestros héroes. Luego, leyó un extracto de una carta que envió Grau a su esposa, Dolores Cabero, cinco meses antes de su muerte.
El presidente Vizcarra dijo a su turno que Grau continuaba siendo una “inspiración para las presentes y futuras generaciones”. Recordó que fue un hombre con una “conducta ejemplar, comprometido con su tiempo, su país y sus valores. Siempre puso al país primero”.
Tras el discurso presidencial, se realizó un desfile militar. Participaron todas las fuerzas armadas y del orden, y las escuelas militar, naval y de la FAP.
La Marina desplegó sus vehículos blindados, aviones y helicópteros. Mostró también algunos de sus misiles.
Durante la ceremonia se restringió el acceso vehicular y peatonal en un tramo de la avenida Jorge Chávez (donde se ubica la Plaza Miguel Grau) y varias calles. Estas se reabrieron una vez concluido el desfile, luego de que el presidente y algunos de sus ministros subieran a un yate y se trasladaran a la Escuela Naval.
Allí el mandatario ofreció un arreglo de flores a Grau, que fue depositado en el mar. Mientras tanto, varios ciudadanos aprovecharon para ingresar a la plaza y fotografiarse con el monumento erigido en honor al héroe naval.
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