Gerson Gálvez Calle, ‘Caracol’, es hoy uno de los hombres más buscados del país. La policía y el Ministerio Público aseguran que él es el cabecilla de la banda Barrio King, vinculada a extorsiones en importantes obras de construcción civil en el Callao, en alianza con otras cuatro bandas criminales chalacas y hasta una de Piura.
‘Caracol’ y su banda también estarían involucrados en narcotráfico y sicariato: una versión policial sindica a Gálvez como el que ordenó el ataque al Porsche de Gerald Oropeza y el asesinato de Wilbur Castillo, ocurrido en La Perla el 2 de diciembre.
Ha sido justamente este caso el detonante para la reciente crisis de seguridad en el Callao, donde rige el estado de emergencia desde el 5 de este mes.
Gálvez, sobre quien pesa una orden de captura por narcotráfico, representó un serio problema para las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y del penal Sarita Colonia, del Callao. Estuvo recluido allí, entre el 2003 y octubre del 2014, por tentativa de homicidio –le disparó a un policía en la cara– y por robo agravado.
Por lo menos en los dos últimos años de su reclusión, autoridades de varios niveles del INPE generaron informes –a los que tuvo acceso El Comercio– en que advertían que Gálvez seguía coordinando extorsiones y perturbaba el orden en el recinto penitenciario. Por ello, se recomendó su traslado a un penal más seguro: mientras en Sarita Colonia, de mediana seguridad, la mayoría de internos tienen acceso a áreas comunes y a visitas semanales; en cárceles de máxima seguridad como Challapalca, el acceso a patios es restringido y las visitas, mensuales.
A pesar de los informes de inteligencia de autoridades penitenciarias que advertían sobre su conducta, ‘Caracol’ fue liberado por el INPE gracias a la redención de pena (convirtió días de trabajo en días de libertad) y su buen comportamiento: pisó la calle el 3 de octubre del 2014, aunque su condena vencía recién en el 2018. Ese día, poco después de su liberación, llegó al penal la noticia de que la Segunda Fiscalía Antidrogas del Callao solicitó la prisión preventiva para Gálvez por traficar, desde el penal chalaco, cocaína del Alto Huallaga. Sobre la base de interceptaciones telefónicas de la Dirandro, la fiscalía solicitaba para Gálvez una pena mínima de quince años.
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