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Lima es considerada la capital gastronómica de América Latina por muchos críticos especializados. Lo curioso es que el Centro Histórico aún no cuenta con un espacio dedicado exclusivamente a los restaurantes, como sucede en Barranco con la Bajada de Baños, por ejemplo.
Si bien el proyecto aún no ha sido presentado, la Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima (Emilima) informó que tiene conversaciones avanzadas con la empresa Arte Express para tener listo un bulevar gastronómico en el 2016.
Este bulevar estaría ubicado en la avenida Tacna, entre la avenida Nicolás de Piérola y el jirón Zepita. Hoy esta vía es de un solo sentido, carece de iluminación y es considerada por la policía como una zona peligrosa por las noches.
En conversación con El Comercio, el presidente del directorio de Emilima, Carlos Castillo, anunció que con una inversión de S/.6 millones se logrará la recuperación de la zona. “La calle será peatonalizada, se colocará un buen piso de laja, se mejorará la iluminación, se instalarán buenos puestos de serenazgo, nuevo mobiliario, tachos. Todo ello generará un buen movimiento económico”, aseguró el funcionario edilicio.
Añadió que con ello, la municipalidad generará las condiciones para que la inversión privada ingrese y, por ejemplo, restaure las casonas y las propiedades que son patrimonio histórico. “Lo más difícil era convencer al empresario privado y eso ya está hecho”, señaló.
Castillo indicó que ya ha entablado conversaciones con representantes de la empresa Arte Express, propietaria de tres edificios que están ubicados en la zona, y que antes participó en la remodelación del hotel Crillón y del edificio Wiese.
Fernando Palazuelos, representante de Arte Express, indicó que el espacio busca convertirse en un bulevar gastronómico, artístico y empresarial y en principio tendría una superficie de 12 mil metros cuadrados. Solo en la restauración de los edificios la empresa invertiría unos S/.24 millones. “De ser aprobada la iniciativa, los trabajos demorarían entre un año y medio o dos años”, dijo.
Por el momento, hay oficinas funcionando en el segundo piso de los edificios y el objetivo, según cuenta Palazuelos, es crear un microclima de negocios y gastronomía.
PROYECTO IMPORTANTE
Gabriela Silva, arquitecta de la Dirección Patrimonio Histórico Inmueble del Ministerio de Cultura, resaltó la importancia de este tipo de proyectos en donde la inversión pública apuesta por la revaloración del Centro Histórico. “Es positivo que se destine dinero a la recuperación de estos espacios con proyectos que respetan las características de la edificación, aquellas que la convirtieron en patrimonio”, indicó Silva.
La arquitecta recordó que el ministerio cumple un rol supervisor en la aprobación de proyectos en edificaciones que son considerados patrimonio histórico.
