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Chosica invirtió solo el 3,3% de su presupuesto en prevención - 1
Pierina Chicoma Castro

El 23 de marzo del 2015 es un día que los no olvidan. La fuerte avenida de lodo y piedras en las 12 quebradas de este distrito desencadenó una tragedia: ocho personas murieron y 108 familias lo perdieron todo.

Cada año, durante el verano, las partes altas de Chosica son sinónimo de peligro. Un estudio en las quebradas de mayor riesgo en el país elaborado por la Autoridad Nacional del Agua alerta que al menos 5.000 vecinos de este distrito serían los más afectados de producirse violentos . Sin embargo, ejecutar obras y programas para evitar desgracias como la del año pasado no fue durante los últimos nueve años un tema prioritario para la Municipalidad Distrital de Lurigancho-Chosica. Las cifras lo demuestran.

Entre el 2007 y el 2015, el municipio chosicano tuvo un presupuesto aproximado de S/600 millones en sus arcas. De este monto, solo el 3,3% fue destinado para prevenir desastres por huaicos, es decir, solo se invirtió para este rubro alrededor de S/18 millones. La indagación hecha en el portal del Ministerio de Economía y Finanzas revela que el grueso del presupuesto se fue en construir y remodelar parques, jardines y losas deportivas.

Consultado por este Diario, Luis Bueno, el alcalde que lleva 25 años al frente del distrito de Lurigancho-Chosica, se defiende así: “La gente exige otro tipo de obras y no necesariamente son las que se requieren para prevenir desastres naturales”. Ese es su argumento.

SE PUDO HACER MÁS
El ingeniero Hugo O’Connor, uno de los especialistas que más ha estudiado estas zonas de riesgo, considera que pudieron haberse evitado las tragedias del 23 de marzo del 2015 y del 29 de marzo del 2012, que dejó dos muertos.

“El tema de desastres no es prioridad para las autoridades que, a fin de ganarse votos, prefieren hacer obras visibles [como veredas, losas deportivas], pues si hacen trabajos de mitigación, pasan desapercibidos”, afirma el especialista.

RECOMENDACIONES
Según O’Connor, desde 1987, año en que los huaicos mataron a 120 personas en Chosica, hay instituciones especializadas que elaboraron informes y recomendaciones para evitar que la tragedia se repita.

Desde ese año, O’Connor se interesó en las quebradas y tres años más tarde –junto con el Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes)– entregó un completo estudio que fue desestimado por el municipio en 1991, bajo la gestión del alcalde Alex Maurix Arguedas. Desde 1992 hasta hoy, con Luis Bueno como burgomaestre, tampoco hubo muestras de interés por las recomendaciones.

“Nosotros recomendamos el encauzamiento de quebradas, colocación de diques, reforestación de algunas zonas y remodelación de los asentamientos humanos porque algunos lotes están en las quebradas”, indicó el presidente de Predes, Gilberto Romero. Afirmó que los estudios elaborados durante dos años por ingenieros, arquitectos y geólogos tampoco fueron tomados en cuenta por esta comuna.

El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) hizo lo propio: sus más recientes sugerencias fueron formuladas el año pasado. En estas precisaban la necesidad de emitir ordenanzas que prohíban la construcción de viviendas en zonas de alto peligro, así como impedir que las fajas marginales o el límite natural de un río o quebrada se usen para asentamientos humanos.

En respuesta a estas críticas, Bueno arguyó que las sugerencias de las entidades citadas en este informe no se pueden ejecutar debido a las limitaciones de presupuesto que todos los años afronta su gestión municipal.

“Al año, nos destinan unos S/13 millones para ejecutar todo tipo de obras. Eso no alcanza para un distrito tan grande”, indicó el alcalde.    

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