Aquel día el viejo anhelo del estudiante sanmarquino se hizo por fin realidad. La buena noticia no pasó desapercibida y quedó plasmada en la portada de El Comercio. Hoy, 35 años después, uno de los lugares símbolo de la Universidad San Marcos muestra su mejor rostro.
Una larga cola de estudiantes en las afueras del comedor es lo primero que se le viene a la mente del sanmarquino. Las generosas raciones y el griterío de los grupos de ultraizquierda en pleno almuerzo también forma parte de sus recuerdos. Han pasado 35 años y la escena ya no es la misma, son las 11 de la mañana de un día de semana y no hay estudiantes, ni mochilas ni piedras que hagan largas colas por una ración de almuerzo.
Lee el post completo en el blog Huellas Digitales