Sufrir un delito en las calles de Lima ya no es atípico. Denunciar el hecho en una comisaría y no recibir una atención adecuada también es bastante probable para muchos limeños. La policía parece desbordada por la inseguridad en la capital. Pese a ello, el número de agentes asignados a las 110 dependencias policiales de nuestra capital se ha reducido en un 9% entre el 2014 y el 2015, según el último informe de seguridad ciudadana del Instituto de Defensa Legal (IDL). La distribución policial de Lima (ver infografía) tampoco mejoró: en Magdalena del Mar, Chorrillos y San Miguel, por ejemplo, los policías en comisarías aumentaron en más del 75% este año; pero Chosica, Cieneguilla y Villa El Salvador han visto una reducción de hasta el 69%.
COMISARÍAS DEBILITADAS
La reducción del número de efectivos en las comisarías de Lima se debe a la creación y fortalecimiento de unidades especializadas de la Policía Nacional en los últimos meses, como el escuadrón Terna o el grupo motorizado Los Halcones, explicó a El Comercio César Bazán, coordinador del área de seguridad ciudadana del IDL. De acuerdo con el estudio, este año, en promedio, 174 policías fueron destinados al trabajo en comisarías por cada distrito limeño. Solo 16 de los 43 distritos superan esta cifra; es decir, poco más de un tercio.
“[El recorte de agentes en sedes policiales] Es una constante que reportamos desde el 2012. Sacan policías de un lado para ponerlos en otro. El retiro progresivo del personal tendrá como consecuencia que la población desconfíe aún más de la institución, porque las comisarías son lo primero que ven”, agregó.
La comisaría es la célula básica de la Policía Nacional y, sobre todo, es el primer frente de servicio de la institución ante la ciudadanía. Disminuir su personal solo debilitará su funcionamiento y aumentará la percepción de inseguridad en Lima, indicó Eduardo Pérez Rocha, ex secretario general del Comité Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec).
“No se trata de quitar efectivos de las comisarías, sino de mantener y colocar allí a los más capacitados para que el ciudadano se anime a denunciar los delitos. Solo así se tendrá un mapeo adecuado de la delincuencia en los distritos de la capital”, afirmó Pérez Rocha.
DENUNCIAS DEL CIUDADANO
El último informe del IDL muestra, además, el número de denuncias realizadas en las provincias de Lima y Callao durante el 2014: 126.536 (casi el 80% fueron robos y hurtos), cifra cercana a la del 2013.
Establecer a partir de ello si se delinquió más o menos el año pasado es imposible. De acuerdo con estadísticas del INEI del 2014, solo 13% de peruanos víctimas de un delito lo denuncia en comisarías o dependencias policiales.
Esta cifra pone a nuestro país por debajo de Chile y Brasil, donde al menos un tercio de víctimas de delitos los denuncian, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La desconfianza en la respuesta policial ante las denuncias parece alejar de las comisarías a las víctimas de delitos.
Lo que sí evidencian las cifras es que la inseguridad ciudadana es un fenómeno local y debe ser combatida desde instituciones asentadas territorialmente, como las comisarías, señaló Carlos Basombrío, experto en materia de seguridad.
“No se requieren unidades especializadas para enfrentar robos y hurtos. Si bien el sicariato y el crimen organizado son problemas urgentes, no afectan a la mayoría de la población”, afirmó.