"Ministerio de psicología", por Santiago Dávila Philippon
"Ministerio de psicología", por Santiago Dávila Philippon
Redacción EC

En existen 92 zonas con alto riesgo de desarrollar sismos y de sufrir grandes pérdidas producto de la deficiencia de sus edificaciones. Por ello, en los últimos años más edificios y viviendas están apostando por los aisladores y disipadores sísmicos, que pueden reducir hasta el 85% los efectos de un sismo.

Los aisladores antisísmicos son sistemas que se colocan en la base de la estructura donde se va a construir el edificio. De esta manera, la construcción se realiza sobre esta base y muy distanciada del suelo. Así, cuando ocurra un terremoto, las ondas sísmicas no atravesarán todo el edificio, reduciendo hasta un 85% los efectos del sismo. 

"Este sistema se coloca antes de construir el edificio y es el más eficaz en el caso de un sismo muy intenso. Además, al colocarse en la base protegerá todas las áreas del edificio", explicó el ingeniero Iván Gonzáles, de la empresa CDV Ingeniería Antisísmica. 

Los disipadores, por su parte, se colocan una vez que el edificio ya ha sido construido. Son una especie de amortiguadores que tratan de interrumpir las ondas antisísmicas y reducen el impacto del temblor o terremoto hasta un 70%. 

"Antes la gente no tomaba en cuenta la prevención de sismos. Pero en los últimos tres años ya hay 100 proyectos de edificaciones que contarán con sistemas antisísmicos y podrán reducir en demasía las pérdidas que ocasionan los movimientos telúricos", añadió Gonzáles. 

Actualmente, en Lima solo hay 15 edificaciones, entre casas y edificios que cuentan con estos sistemas.

No obstante, faltan muchas zonas por proteger. El año pasado, el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (INGEMMET) señaló  que los distritos de Lima Sur como Villa el Salvador, o , entre otros, son los más vulnerables a los riesgos de un sismo. 

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