Gino Alva Olivera

Una malla ‘raschell’ verde cubre parte del añoso inmueble que hasta el año pasado acogió –durante casi tres décadas– al restaurante Brujas de Cachiche, en el óvalo Bolognesi de . Frente a la fachada permanece estacionado un auto del serenazgo del distrito, y al lado de la puerta un cartel advierte: “Obra paralizada por infringrir las normas”.

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El futuro de la propiedad edificada en la década de 1930 ha generado una controversia entre sus dueños, la empresa Sertursur S.A., y la Municipalidad de Miraflores. Los primeros han decidido demolerla desde sus cimientos para levantar un proyecto inmobiliario, pero el municipio cree que existe otra alternativa: arrendarla o venderla, pero manteniendo su exterior tal como está.

“Este es uno de los últimos remanentes de valor monumental que tenemos en el distrito y generan una identidad. Si bien promovemos el desarrollo inmobiliario, también estamos alineados a la protección del patrimonio como generador de identidad”, dijo a El Comercio la subgerenta de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del distrito, Ruth Fernández.

“Estos inmuebles forman parte del proceso de urbanización inicial del distrito”, indicó Ruth Fernández. (Foto: Joel Alonzo/GEC)
“Estos inmuebles forman parte del proceso de urbanización inicial del distrito”, indicó Ruth Fernández. (Foto: Joel Alonzo/GEC)
/ JOEL ALONZO

Sin embargo, el abogado Francisco Barrón Velis, liquidador del inmueble y de la propiedad contigua, asegura que el asunto está zanjado. “Ya se ha determinado que no tiene valor como patrimonio cultural. La idea es tener ahí un edificio de departamentos de primer nivel”, indicó a este Diario.

–Miradas distintas–

En julio pasado, en medio de la crisis por la pandemia, Sertursur S.A. anunció la disolución del negocio. “Ha sido muy doloroso […] adoptar esta dura pero necesaria decisión, producto de una débil situación financiera arrastrada de años anteriores, la cual ha sido imposible remontar debido a la crisis causada con el COVID–19”, .

La gestión del alcalde Luis Molina, de Solidaridad Nacional, ofreció a la empresa acogerse a los beneficios de dos ordenanzas distritales ( y ) para el “aprovechamiento del potencial de desarrollo urbano” de Miraflores, pero la propuesta fue rechazada.

“Pongo en su conocimiento que, reconociendo la encomiable labor que vienen desarrollando, no tengo interés en acogerme a los beneficios de las ordenanzas”, indica una carta del 21 de setiembre del 2020 firmada por María del Rosario Dulanto Guinea, directora de Sertursur.

La carta enviada por María del Rosario Dulanto al municipio de Miraflores. (Imagen: El Comercio)
La carta enviada por María del Rosario Dulanto al municipio de Miraflores. (Imagen: El Comercio)

Por otro lado, el municipio de Miraflores solicitó al Ministerio de Cultura que declare este predio y los colindantes “de valor monumental integrante del patrimonio cultural de la Nación”.

De ese modo, las modificaciones al lugar –tales como restauración, refacción o demolición, entre otras– requerirían autorización previa del ministerio. Además, los propietarios estarían sujetos a las obligaciones y límites de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación.

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La gestión de Molina argumentó, entre otras razones, que tanto el local donde funcionó el restaurante Brujas de Cachiche como las propiedades contiguas deben considerarse un “conjunto arquitectónico de estilo pintoresquista”, inspirados en castillos y residencias de Inglaterra, Francia e Italia de los siglos XVIII y XIX.

“Estos inmuebles forman parte del proceso de urbanización inicial del distrito”, agregó Ruth Fernández. La arquitecta mencionó también que las propiedades están integradas al paisaje urbano de la zona.

–Posiciones contradictorias–

En febrero, el Ministerio de Cultura archivó el proceso, debido a que un informe técnico determinó que el inmueble ha sufrido, con el paso de los años, una serie de modificaciones, demoliciones parciales y ampliaciones que “han alterado su distribución, modificándola drásticamente, de tal manera que se ha perdido su materialidad primigenia”.

“Se evidencia que no hay fundamento documentado para determinar la propuesta de inmuebles de valor monumental”, concluye un documento del ministerio al que accedió El Comercio.

Imágenes de la inspección del Ministerio de Cultura de diciembre pasado. (Fotos: El Comercio)
Imágenes de la inspección del Ministerio de Cultura de diciembre pasado. (Fotos: El Comercio)

Sin embargo, el municipio de Miraflores cuestiona que no fue convocado a la inspección al inmueble. Por ello, explica Fernández, convocó a expertos que llegaron a una conclusión diametralmente opuesta a la expresada en las evaluaciones del Ministerio de Cultura.

“La alteración arquitectónica señalada por el ministerio no conforma una alteración agresiva ni resulta irreversible”, refiere un informe solicitado por la comuna al arquitecto especialista Martín Fabbri García.

Pero el abogado Barrón Velis arguye que no era necesaria la presencia de un representante de la comuna en el estudio. “En la intervención participan el privado, que somos nosotros, y el Ministerio de Cultura. La Municipalidad de Miraflores no forma parte del procedimiento”, acotó.

. “Yo voy a hacer lo imposible legalmente para que esto no se demuela”, dijo Molina. (Foto: Joel Alonzo/GEC)
. “Yo voy a hacer lo imposible legalmente para que esto no se demuela”, dijo Molina. (Foto: Joel Alonzo/GEC)
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Para el alcalde de Miraflores todavía existe la posibilidad de que “se pueda alquilar o comprar por gente interesada en mantener la cuestión arquitectónica y el valor histórico”.

Molina asevera también que los propietarios de una reconocida panadería y pastelería tienen interés en el local para expandir su negocio. “Yo voy a hacer lo imposible legalmente para que esto no se demuela”, destacó en un breve diálogo con este Diario.

Por lo pronto, está pendiente que se resuelva una impugnación presentada por el municipio distrital ante el Ministerio de Cultura tras archivo de su solicitud. Mientras tanto, la demolición continúa paralizada.

En el inmueble del óvalo Bolognesi funcionó el restaurante Brujas de Cachiche por casi tres décadas. (Foto: Joel Alonzo/GEC)
En el inmueble del óvalo Bolognesi funcionó el restaurante Brujas de Cachiche por casi tres décadas. (Foto: Joel Alonzo/GEC)
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