La presencia del COVID-19 (coronavirus) en la sociedad nos obligó a permanecer aislados en casa para prevenir el contagio del virus. En los últimos dos meses, tuvimos que cambiar nuestras rutinas y ver el planeta desde nuestras ventanas o por televisión.
Sin embargo, permanecer en cuarentena no significa que no podamos conocer el mundo o vivir fascinantes aventuras.
“Los libros nos abren mundos nuevos y nos cuentan historias narradas por otras personas. Es una gran oportunidad para vincularse con algo nuevo y en este momento es muy importante”, explica Josefina Jiménez, formada en historia del arte y con más de 20 años como educadora.
Josefina explica que, para muchas personas, comprar un libro es aún una inversión difícil, por ello desde hace unos meses implementó la Biblioteca de la Confianza para que los interesados accedan a un libro fácilmente.
La intervención es sencilla. Una caja de madera atada a las rejas de su casa, ubicada en la urbanización Astete (en San Miguel), funciona como librero. Sobre este un pequeño cartel señala ‘¡Quédate en casa leyendo! Toma un libro, te lo presto’.
“Es un proyecto que permite a cualquier persona tomar prestado un libro, llevárselo a casa, leerlo y, al terminar, devolverlo para que otros lo puedan usar”, explica Josefina.
Luego de la primera semana, algunos de los libros regresaron a la biblioteca; otros, no. “No me preocupa si vuelven o no, me interesa que lleguen a personas que los usen. Lo mejor fue que los vecinos se sumaron y ahora dejan ejemplares. Se generó una sinergia colectiva”, precisa Jiménez, quien actualmente se desempeña como coordinadora del Plan Municipal del Libro y la Lectura en la Gerencia de Cultura de la Municipalidad Metropolitana de lima (MML).
Desde que se inició la cuarentena por el COVID-19, aquellos libros que regresan a la Biblioteca de la Confianza son retirados como medida preventiva para evitar cualquier tipo de propagación del virus. Josefina los desinfecta antes de ser prestados nuevamente.