La segunda ola de la pandemia del coronavirus viene golpeando con mayor intensidad los distritos de Lima Metropolitana. El aumento sostenido de los contagios y la mayor positividad de pruebas moleculares observado en días anteriores ha estado acompañado de un despunte en las cifras de mortalidad. Durante la semana epidemiológica 5 (del 31 de enero al 6 de febrero), las muertes no violentas registradas en la capital alcanzaron las 2.732, el nivel más alto desde mediados de junio, el momento más crudo de la primera ola, según cifras del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef)
El ascenso de los fallecidos, que incluyen tanto a las víctimas del COVID-19 como a aquellos con otros males que no pudieron ser atendidos, creció de manera casi vertical desde fines de diciembre. En lo que va del 2021, este registro ha contabilizado 10.729 decesos en la ciudad, casi tres veces más que lo observado en el mismo período del 2020, antes de la aparición de la pandemia (3.567 decesos).
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Por zonas
El marcado repunte de este indicador ha mostrado un impacto diferenciado. A la fecha, 12 distritos de Lima y uno del Callao han alcanzado o superado los ‘picos’ observados durante la primera ola de la enfermedad. De este grupo, siete jurisdicciones pertenecen a Lima Centro, zona que durante el 2020 había presentado una menor cantidad de casos (y fallecimientos) en comparación a los distritos más poblados de la periferia. Entre estos se encuentran Surco, San Miguel, Pueblo Libre, Lince, Breña, Magdalena y Barranco [ver gráfico].
¿Por qué la pandemia golpea con mayor fuerza la zona centro? Una explicación podría estar relacionada al aumento explosivo de los contagios detectado por el Mapa del Calor de Essalud. Según estimaciones realizadas por esta institución a inicios de febrero, Surco, Pueblo Libre y San Miguel encabezaban la lista de aquellas localidades cuyos casos semanales ya superaban (o estaban a punto de superar) los récords de la primera ola. De estos, los dos primeros ya habían sobrepasado los ‘picos’ de hace seis meses.
En cuanto a distritos: Surco, Bellavista y Pueblo Libre superaron pico registrado en su primera ola, mientras que Comas, Los Olivos, San Miguel y La Molina están cerca de alcanzar cifra máxima registrada en primera ola . pic.twitter.com/ia3sj8dJlK
— Fiorella Molinelli (@FioreMolinelli) February 2, 2021
El jefe de la Unidad de Inteligencia y análisis de datos de Essalud, Dante Cersso, explicó en aquella oportunidad que el aumento de casos en dichos lugares podía estar relacionado con las reuniones, las compras o las aglomeraciones producidas semanas atrás, especialmente durante las fiestas de fin de año. El funcionario añadió que también habían superado los contagios en jóvenes o adolescentes.
Además del aumento en casos totales, los distritos de la zona centro también tienen las tasas más altas de infección divididas entre sus respectivas poblaciones. Según el Semáforo Epidemiológico elaborado por el grupo Open Covid Perú, en la semana del 18 al 25 de enero, todos ellos tenían el color rojo, que corresponde a una tasa de contagio por encima de los 120 por cada 100 mil habitantes y donde deben tomarse medidas “de alta contención”.
Además de los distritos mencionados de Lima Centro, las defunciones han alcanzado niveles insospechados en dos de la zona sur como Ate (uno de los más poblados que ahora registra unas 160 muertes semanales) y Chaclacayo. También figuran los balnearios de Punta Hermosa, Punta Negra y Santa María del Mar. Si bien estos no exceden los 10 fallecimientos semanales, han superado sus bajas cifras de mortalidad registradas meses atrás. En el Callao, el único distrito que pasó el límite de la primera ola es La Perla.
En aumento
Sin embargo, existe un segundo grupo donde la mortalidad se acerca peligrosamente a los niveles de la primera ola y está encabezado por distritos grandes de Lima Norte como Comas y Puente Piedra, cuyas muertes semanales (187 y 84 respectivamente) se encuentran casi seis veces por encima de los niveles pre pandemia. También incluye el distrito de Jesús María, que alberga al hospital Edgardo Reblagliatti, que cuenta con la mayor cantidad de camas para atención de COVID-19.
Más muertes en domicilios
El colapso de la atención hospitalaria ha llevado a que una gran cantidad de pacientes que sufren de COVID-19 tengan que tratar la enfermedad al interior de sus hogares. Desde hace más de un mes, cientos de familiares forman diariamente interminables colas en las principales plantas de expendio de oxígeno, gas medicinal esencial para la recuperación de los cuadros más graves.
Sin embargo, la ausencia de una asistencia médica integral también acarrea el riesgo de empeoramiento, lo cual se ha visto reflejado también en las cifras de decesos dentro de los hogares. Durante las cinco primeras semanas del 2021, en pleno inicio de la segunda ola, unas 3.371 muertes fueron certificadas dentro de hogares limeños, según el Sinadef. Esta cifra representa casi la tercera parte del total reportado en la ciudad (10.146) y es 3.4 veces mayor al número de muertes presentadas en el mismo período antes de la pandemia (988).
Entrevista: “Si no hacemos una contención real, el virus va a seguir desplazándose”
Augusto Tarazona, presidente del Comité Nacional de Salud Pública del Colegio Médico del Perú (CMP).
- ¿La segunda ola de la pandemia en Lima llegará a picos más altos que la anterior?
Actualmente ya estamos equiparando a la primera y todavía sigue subiendo, es posible que alcance un pico más elevado. Esto porque se mantiene un poco débil las medidas de prevención de distanciamiento, de uso de mascarillas. También está la presencia de las nuevas variantes que pueden terminar en brotes explosivos. En dos o tres días en una parte de un distrito se puede esparcir rápidamente, todo eso se confabula para la epidemia siga creciendo.
- ¿Las medidas de cuarentena estricta que han sido implantadas tendrán éxito en la reducción de contagios?
La epidemia está en una transmisión comunitaria no controlada. Esto implica que las medidas que se tomen pueden no tener efecto. Por ejemplo, la cuarentena se aplica cuando todavía se puede hacer un control de la transmisión. En este escenario se tiene que tomar medidas simultáneas como es el aislamiento social, las intervenciones focalizadas o el control de fronteras entre distritos.
- ¿Existe la posibilidad de que se pueda hacer una contención interdistrital de la enfermedad?
La naturaleza de la contención de las cuarentenas es la inmovilización social. El virus viaja con las personas, si una persona infectada se va del norte al sur o viceversa está llevando la enfermedad y si no hacemos una contención real el virus va a seguir desplazándose. No se trata solamente de decir que estén en su casa si es que permitimos que haya un desplazamiento completo. Acá en Lima sabemos que es muy complejo; pero se tiene que intentar hacerlo. El contagio empezó en unos distritos y ahora se está viendo que se ha extendido a otros porque el virus no se va solo, sino con las personas. La experiencia de contención y control dentro de ciudades inmensas se tiene en muchos países. Quizás el extremo sea lo que se dio en Pekín donde por siete casos inmovilizaron a cinco millones de personas y tomaron 11 millones de pruebas en siete días. Luego que todo estuvo controlado se dejó libre a todo el mundo.
- ¿Qué acciones deben ser complementarias a la declaratoria de cuarentena?
En Lima pienso que es complicado; pero si hay voluntad política y se debe hacer una intervención integral que signifique inmovilización, búsqueda de casos, aislamiento y apoyo social alimentario a las familias vulnerables. Todo esto tiene que ir junto en un mismo momento. Nos preocupa haber escuchado que el bono de 600 soles a las personas vulnerables lo van a entregar pasada la cuarentena, entonces ese mecanismo de trabajo no va a dar resultado. Tiene que ser intervención integral oportuna, completo.
- ¿A esto se refiere el Colegio Médico cuanto resalta la necesidad de aplicar “medidas drásticas”?
Exactamente. Las medidas más drásticas están relacionadas con una intervención integral para la contención. Si hacemos eso unos siete a diez días, si hipotéticamente cerramos un distrito durante ese periodo para hacer un trabajo de barrido, diagnóstico, y aislamiento de casos, entonces la carga de transmisión disminuye. Esto se aplicó aquí el año pasado con la difteria. Se aisló una zona de siete a ocho cuadras a la redonda, casa por casa se buscaron los contagios y ahí se cortó la transmisión. Se tienen que tomar medidas que corten la transmisión del virus.
- ¿La cuarentena en Lima como viene siendo aplicada es eficiente?
No va a tener buenos resultados sanitarios, ni tampoco va a tener buenos resultados económicos. Al final, es una situación que perjudica más que ayuda. Nuestra propuesta es que se focalice mejor, se intervenga integralmente, todo junto en un mismo momento. Pero si yo encierro a la gente hoy y les voy a dar comida de acá a 15 días, eso no es posible, así nadie va a soportar.
- ¿Cuál es la responsabilidad que deberían adoptar los alcaldes distritales en el proceso?
Hemos escuchado a algunos alcaldes decir que en ningún momento se les ha involucrado en las decisiones ni en las tareas, simplemente sale la normativa y el que puede interpretarlo de una forma lo aplica. No hay un trabajo concertado. Toda la cadena de comunicación también es un poco débil, no existe. Nosotros como médicos no conocemos cuáles son las propuestas reales de contención que se está trabajando, conocemos lo que sale en el periódico o en las conferencias de prensa. No hay un trabajo concertado, esa es una gran debilidad del Ejecutivo actual y el anterior. Los alcaldes deberían tomar el liderazgo y llamar al sector salud para trabajar en conjunto, pero no entienden que esta crisis es integral, piensan que solamente es un tema sanitario y no es así. Desde el CMP insistimos en una intervención integral, sanitaria, social y económica. Tienen que intervenirse en todos sus componentes porque la crisis es global, afecta a todos.
- ¿EL CMP Lima está coordinando con ellos?
Con varios alcaldes. El año pasado se ha trabajado con las autoridades de La Molina, San Borja, Comas y actualmente se han retomado estos trabajos. A varios municipios les cuesta asumir el liderazgo o responsabilidad en salud. Piensan que solamente debe verlo el sector salud o el Ejecutivo en su íntegro. Los municipios deberían estar llevando el agua gratuitamente o por lo menos subvencionándola, porque es más caro en un AAHH que en un área urbana de la ciudad. Cuando decimos que hay que ventilar los ambientes nos referimos a que el transporte urbano tenga ventanas abiertas. Eso se ven en el centro, pero en la periferia hay combis sin placas, en esto hay responsabilidades locales.
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