Visto desde una maqueta en la sede de su gobierno regional, el Callao tiene una Costa Verde de 5,8 kilómetros que llega hasta La Punta, una cancha deportiva cerca al mar, edificios rodeados de áreas verdes, anillos viales en siete de sus avenidas principales y pequeños veleros navegando sobre una playa que se conoce como la Mar Brava. En ese modelo a escala no hay playas inundadas de basura, niños aprendiendo a disparar ni familias viviendo hacinadas y bajo la precariedad que hoy se ve en Los Barracones. ¿Qué necesita el Callao para ser revalorado?
El presidente regional del primer puerto, Félix Moreno, asegura que el punto de partida para cambiarle el rostro al Callao es la culminación de la Costa Verde. La obra fue iniciada en el 2014 y debió estar lista este año. Moreno asegura que estará culminada en mayo del 2016. “Estamos en un avance del 30%. La Costa Verde sería un pulmón del Callao porque con los diques que se construirán se van a ganar unos 50 mil m2 [el Campo de Marte tiene una extensión de más de 68 mil m2] al mar, y ahí haremos una zona recreacional con áreas verdes”, dice Moreno, investigado por lavado de activos y peculado. La vía se extenderá en paralelo a la Costanera y a nivel del mar, en la superficie ganada al litoral con los diques.
Las estimaciones del proyecto señalan que más de medio millón de personas, entre residentes y población flotante, será beneficiada. Con esta vía de tres carriles de ida y tres de vuelta, se podrá llegar desde Chorrillos hasta La Punta en 25 minutos.
Urbanistas y arquitectos consultados por El Comercio coinciden con los resultados proyectados, sin embargo, refieren que se ha omitido, al igual que en la Costa Verde de Lima, una mirada urbanística integral que conecte al mar con la ciudad.
Para el ex coordinador del Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima y Callao 2035, José García Calderón, se está dando un tratamiento paisajístico y de recuperación de espacio público contradictorio. “Se está pensando en la Costa Verde como una carretera”, indica, a pesar de que la zona abrirá las puertas a un ‘boom’ inmobiliario. El gobierno regional estima que podrían desarrollarse hasta seis proyectos de viviendas que significarán unos US$300 millones de inversión al año.
¿ADIÓS, BARRACONES?
Desde que se anunció la construcción de la Costa Verde, los más de 60 mil habitantes de los once asentamientos humanos que conforman una de las zonas más peligrosas del primer puerto, Los Barracones, sabían que su barrio iba a cambiar.
Según el Plan de Desarrollo Urbano del Callao al 2022, la inversión que se requiere para el desarrollo urbano del puerto es de S/.3,3 mil millones. Ello contempla la elaboración del estudio para renovar los asentamientos humanos de Los Barracones, La Perla, Centenario, la zona monumental, Botterini y Costa Azul.
Mientras tanto, pobladores de los asentamientos Canadá, San Judas Tadeo, Barrio 5 y Víctor Gonzáles, conocido como La Siberia, han aceptado escuchar las ofertas de inversionistas privados para vender sus predios. Ante la pregunta sobre cómo mejoraría su gobierno a Los Barracones a la luz de la nueva Costa Verde, Félix Moreno se limitó a señalar que viene siendo intermediario entre vecinos e inmobiliarias interesadas en la zona.
Se espera que el crecimiento ya alcanzado con la culminación de la Costanera en La Perla se repita. En esa zona, donde solo había desmonte frente al mar, el metro cuadrado estaba valorizado en apenas 40 dólares; hoy se cotiza hasta en mil.
Para el decano del Colegio de Arquitectos del Perú, José Arispe, urge que el Callao refuerce la zona patrimonial de La Punta y se realicen estudios de gestión de riesgo ante tsunamis.
“Están haciendo pistas sobre terrenos que no se han estudiado y eso es, prácticamente, botar la plata al mar”, dice Arispe.