En los últimos días, el leve descenso de los principales indicadores del COVID-19 observado tras el pico de febrero se detuvo e incluso hubo un nuevo repunte, lo que evidencia un escenario incierto respecto al futuro de la pandemia en el país. Si bien el Ejecutivo actualmente analiza el riesgo de ingresar en una tercera ola de coronavirus, el final de la segunda aún parece lejano.
La tendencia al alza se observa nuevamente en el nivel de transmisión. Desde el 15 de marzo, la lenta pero sostenida disminución de la curva de casos positivos rompió su trayectoria y empezó a mostrar una pendiente de ascenso tan alta como a inicios de año [ver gráfico]. Solo en los últimos 10 días, el promedio de contagios diarios confirmados aumentó en casi 2 mil, pasando de 5.800 a unos 7.800.
La cifra más alta de contagios se presentó ayer con 11.260 , la cifra más alta de toda la pandemia, según reportó la sala Situacional COVID-19 del Minsa. El sábado se alcanzaron 9.134 casos, el segundo valor más alto.
Mira: INS concluye que el 37,9% de los casos de COVID-19 en Lima son producidos por la variante brasilera
Menos recursos
La subida de los casos afecta la disponibilidad de camas hospitalarias. Este indicador lleva seis semanas por encima del máximo histórico alcanzado en la primera ola.
Si bien en febrero el ritmo de ocupación fue más lento, llegando a disminuir por primera vez a inicios de marzo, solo en la última semana unos 800 nuevos pacientes se internaron.
La situación también continúa siendo grave en las UCI, el último eslabón del tratamiento y donde las listas de espera aumentan cada día más. Según estadísticas de Susalud, desde el 21 de enero la demanda de camas UCI superó el récord de la primera ola y continúa a una velocidad imparable, pese al aumento en la oferta de camas.
La Defensoría del Pueblo alertó que en Lima y Callao la ocupación de ventiladores mecánicos es de 99,9%. En suma, no hay camas UCI y las hospitalizaciones van en aumento.
“Estamos en el peor momento de la segunda ola. Las cifras de contagios y fallecidos han disminuido muy poco, nuestro país no se puede confiar, menos aún si tenemos en los próximos días un feriado largo”, señaló Alicia Abanto, representante de dicha institución.
Al cierre de esta edición, solo quedaban 8 respiradores disponibles en Lima y 92 en todo el país.
Los motivos
¿Qué factores ocasionaron este fuerte incremento en tan pocos días? Para el médico epidemiólogo Edward Mezones-Holguín, la situación es complicada y la subida se relaciona, en principio, con el relajamiento de la prevención, y por la presencia de variantes más contagiosas del virus.
El Minsa informó ayer que el 39,7% de los nuevos casos de COVID-19 reportados en Lima son de la variante brasileña, y sube a 62% en la zona este de Lima como Ate, El Agustino y Chosica.
“Hay un relajamiento y una sensación que los psicólogos llaman la ‘fatiga pandémica’, pero el mensaje debe ser que sí necesitamos continuar con estas medidas para evitar un repunte mayor que pueda existir”, opinó.
MIRA: COVID-19 en Perú: Defensoría del Pueblo informa que ya no quedan camas UCI con ventilador mecánico en Lima y Callao
En esto coincide Leslie Soto, infectólogo del hospital Cayetano Heredia, quien considera una buena medida las restricciones dictadas por el Ejecutivo para la Semana Santa. Añade que si el repunte continúa en los próximos meses, podría convertirse en una tercera ola, tal como viene ocurriendo en los países europeos.
“La gente que se infecta de forma leve tiene, en teoría, defensas para tres meses, mientras que los casos críticos hasta para seis. Después de eso, quedan como si nunca hubieran tenido contacto con el virus, eso es lo que está pasando”, explica.
El especialista opina que una buena forma de medir el retroceso de la segunda ola será a través de la curva de hospitalizaciones o UCI, hecho que aún no sucede.
“Estamos desprotegidos, en cero, como enfrentando de nuevo una primera ola, sin defensas. La gente no cumple las medidas y hay un sistema de salud colapsado”, comenta.
Mezones-Holguín añade que otro indicador confiable será la caída del exceso de muertes registradas en el Sinadef. Sin embargo, la curva de muertes totales se mantiene por encima de la primera ola debido al estancamiento en la reducción de decesos en Lima Metropolitana. En la capital, los fallecimientos diarios se mantienen en casi 20% por encima del pico alcanzado en junio.
“El exceso de las muertes tiene un cierto retraso con respecto a la infección, va a pasar un tiempo para que hagas enfermedad desde que te contagiaste”, sostiene.
Callao en riesgo “alto”
El Gobierno anunció que del 29 de marzo al 11 de abril, la provincia constitucional del Callao pasará de un nivel de riesgo “extremo” a uno “muy alto”, lo que implicará una reducción de las medidas restrictivas.
En una conferencia, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, detalló que en los primeros días de abril habrá en total 14 provincias en “riesgo alto”, 163 en riesgo “muy alto” y 19 en riesgo “extremo”.
Asimismo, la ministra de Defensa, Nuria Esparch, advirtió que el riesgo de reproducción del virus, denominado RT, en la última semana pasó de 0,9 a 1,03, lo que representa, según dijo, una alerta para evitar la movilidad de las personas que nos expone a la transmisión del virus.
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