Según el Colegio Médico del Perú (CMP), una tercera ola podría afectar más a jóvenes que pertenezcan a la población económicamente activa (PEA), debido a que aún no se inicia su inmunización frente al virus (Foto: Núcleo Fotografía)
Según el Colegio Médico del Perú (CMP), una tercera ola podría afectar más a jóvenes que pertenezcan a la población económicamente activa (PEA), debido a que aún no se inicia su inmunización frente al virus (Foto: Núcleo Fotografía)
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Jorge Falen

En la primera mitad de junio se aceleró el descenso de la del en en país. El promedio semanal de muertes diarias actualizadas por el Grupo de Trabajo Técnico (GTT) del se redujo a 250, cifra menor en 70% al pico reportado a mediados de abril, durante el peor momento de la (815 decesos). Esta cifra es estadísticamente similar al nivel observado a inicios de octubre, previo al fin de la primera.

La disminución también se presenta en los contagios y la positividad. Los casos semanales cayeron en 78% desde fines de marzo a la fecha (de 60.041 hasta 13 mil), según el Instituto Nacional de Salud.

Si bien todos los indicadores muestran una marcada caída, especialistas consultados por este Diario señalan que el riesgo de mayores complicaciones ante una tercera ola se concentrará en segmentos más jóvenes, así como en la zona sur del país.

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Nuevos vulnerables

El retroceso de la pandemia y el avance en la vacunación se reflejan en la marcada disminución de las defunciones, sobre todo en el grupo de adultos mayores. Según las cifras del GTT, los decesos diarios en mayores de 60 años disminuyeron en 72% respecto al pico de la segunda ola, cifra mayor que la caída en adultos (65%).

La tendencia se evidencia más en el grupo que supera los 70 años, donde la inmunización completa con dos dosis de la vacuna contra el COVID-19 ya alcanza al 50% de la población.

Los mayores de 80 y aquellos entre 70 y 79 años son los únicos grupos que han bajado su representación (en 5 y 3 puntos porcentuales) dentro de los decesos totales frente a inicios de año [ver gráfico]. En contraste, la de adultos entre 50 y 70 años (cuya vacunación empezó en mayo) ha aumentado en los últimos dos meses. Durante la primera quincena de junio, este grupo representó la mitad de decesos oficiales por COVID-19 en el país.

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La hospitalización y casos graves también afectan más a los jóvenes. Según la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva (Sopemi), el 50% de la ocupación de camas UCI corresponde a menores de 50 años.

“En estos últimos meses, tenemos una población más joven [en UCI] en relación con la primera ola, muchos de ellos sin comorbilidades y que son población económicamente activa”, describe Alberto Lescano Alva, presidente de la Sopemi.

El decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios Celi, agrega que una tercera ola podría afectar más a este grupo, ya que aún no se inicia su inmunización frente al virus. “La vacuna en adultos mayores ha hecho que disminuyan los hospitalizados graves. En Tacna, ahora hay pacientes hasta de 25 años en UCI”, anota.

Palacios recomienda reforzar el distanciamiento y las medidas de seguridad con el uso de doble mascarilla para evitar contagios.

(Elaboración: EC)
(Elaboración: EC)


Epicentro al sur

Mientras la incidencia del COVID-19 baja en todas las regiones, Arequipa está muy cerca de alcanzar un nuevo pico histórico de muertes. En la última semana, se registraron hasta 52 decesos diarios por el virus, el quíntuple de lo observado a fines de marzo.

La presencia del rebrote ha ocasionado un debate sobre si la Ciudad Blanca ya vive una tercera ola. Si bien el Minsa estima que esta empezaría entre agosto y setiembre en el país, Palacios señala que el recrudecimiento en el sur sería un “preludio” de lo que pueda ocurrir en los meses siguientes.

“Las pandemias son impredecibles. Arequipa marchaba de forma diferente desde hace seis semanas, la intervención debió realizarse antes, pero se dio luego de la explosión de casos. No se les prestó atención, incluso clamaban que no se realice el debate electoral ahí. Creemos que toda acción sanitaria que apunte a identificar y aislar precozmente los casos son buenas. Su situación se parece mucho a la de Iquitos durante la primera ola o a la del norte en la segunda”, explica.

La ocupación de UCI en Arequipa está al límite y solo quedan cinco camas disponibles. Si bien aún no se determina el impacto de la presencia de la variante delta en la región, Lescano señala que la afectación va más relacionada con la saturación del sistema de salud. “La oxigenoterapia en hospitalización ya no es suficiente para algunos pacientes. Entran de forma tardía, lo que ocasiona complicaciones y mortalidad”, precisa.

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