La necropsia que la Morgue Central de Lima realiza al cadáver de Vylma Niño de Guzmán, de 62 años, es clave para determinar quién dice la verdad sobre su asesinato. Por un lado, la hija, de 14 años dice que su ex enamorado la golpeó con una pesa de gimnasio. El muchacho, por su parte, señala que la menor atacó a la mujer con una varilla de fierro, primero en el ojo izquierdo y luego en la cabeza.
El objeto de metal fue hallado en la casa en donde ocurrió el crimen, en la urbanización Los Girasoles, en el distrito de La Molina, informó el comandante Rafael Morón Díaz, jefe de la División de Investigación Criminal La Molina-Cieneguilla.
La varilla ha sido sometida a peritajes por la Oficina de Criminalística de la Dirincri. El cuerpo de Vylma Niño de Guzmán parecía disecado por los dos meses que permaneció escondido. Ello no ha permitido determinar cómo murió, explicó a El Comercio el comandante Morón.
La prueba de luminol (un químico que detecta las huellas de sangre en la escena del crimen) ha salido positiva. Es decir, la mujer recibió, el 11 de enero, golpes en la cabeza que le produjeron sangrado.
UNA RELACIÓN PELIGROSA
El dictamen de Psicología Forense N° 095/2014 practicado al muchacho de 16 años revela que este dependía mucho de la adolescente al punto de admitir que ella lo dominaba .
“Ella siempre tenía las riendas de la relación, sabía cómo dominarme. Le gustaba mandarme y me castigaba arañándome. Lo justificaba al decir que me merecía eso y mucho más. Siento que la amé demasiado, más que a mí”, detalla el documento.
En otra parte dice: “Me enamoré de ella. Terminamos cinco veces. Una vez fue porque le fui infiel y cuatro veces porque ella me fue infiel, pero solo se besó con los otros chicos, pues ella siempre me decía que me quería y que hacía eso para castigarme por haberle sido infiel. La perdonaba y regresábamos. Salíamos a pasear y nos divertíamos”.