El holandés Joran van der Sloot, quien asesinó a la joven Stephany Tatiana Flores Ramírez el 2010, fue trasladado al penal de Challapalca, en Puno, no solo por utilizar un celular en la prisión de Piedras Gordas, de Lima, sino debido a graves amenazas contra el director de ese recinto y personal a su cargo.
Una comunicación interna entre funcionarios penitenciarios da cuenta de que durante el traslado del holandés a Puno “este se negó a vestirse adecuadamente” y a firmar la orden que establecía su internamiento en Challapalca.
“Voy a hacer el cagadón, voy a denunciar a todos por corrupción, Palomino y (Sergio) Haro (director de Piedras Gordas) me estaban cobrando, ellos me dieron el celular. Voy a denunciar a la prensa todos los días por medio de Max (Altez, su abogado) y de mi esposa (Leidy Figueroa). Esto no se va a quedar así, regresaré pronto, los meteré a la cárcel a los dos”, amenazó según un informe de Cuarto Poder.
Incluso, las imprecaciones del extranjero se extendieron contras los agentes delegados para su traslado: “Voy a contratar una gente para que los mate, si no es a ellos a sus hijos. Esto no se va a quedar así, se van a acordar de mí. Allá en Challapalca me uniré a (Carlos) Timaná para hacer el cagadón”.
El jefe del Inpe, José Luis Pérez Guadalupe, confirmó este comportamiento de Van der Sloot e indicó que son 31 reos los que han sido derivados a Challapalca con el extranjero por faltas graves.