La tranquilidad costera de La Punta, Callao, se ve sacudida por la presencia de manchas de residuos oleosos en sus aguas, desencadenando acciones por parte de las autoridades locales y nacionales. La alarma surge ante el derrame de petróleo, cuyo origen aún se investiga.
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Desde ayer, las manchas de combustible flotan en el mar de La Punta, llevadas por los vientos del norte hasta las playas, generando preocupación entre los residentes y las autoridades. Las playas han sido cerradas temporalmente como medida de precaución, mientras se llevan a cabo labores de limpieza y se despliegan esfuerzos para determinar la magnitud del daño ambiental.
¿Qué es lo que informó la Municipalidad?
El alcalde distrital, Ramón Garay León, ha solicitado ayuda al Ministerio del Ambiente y otras instituciones para hacer frente a la crisis. Sin embargo, la falta de presupuesto municipal para acciones de limpieza complica la respuesta ante esta emergencia ambiental.
“El martes por la mañana ocurrió un derrame de petróleo crudo, y mi equipo de seguridad ciudadana me informó de inmediato. Me dirigí a la zona afectada, donde los residuos habían llegado hasta la orilla. Las áreas impactadas se extienden desde la zona del muelle del Club Canottieri hasta el muelle del Club Regatas, cubriendo casi tres cuadras con este material hidrocarburo, que es tóxico y emite un fuerte olor. Lo primero que hicimos fue cerrar las playas al público”, informó el burgomaestre a El Comercio.
“Como alcalde, mi tarea es proteger a mis vecinos y visitantes. Hemos cerrado las playas para evitar el ingreso y la exposición a este material tóxico. Estamos tomando medidas para identificar la embarcación responsable. Hasta el momento, no se sabe con certeza, pero se presume que proviene de una embarcación mar adentro. La corriente se dirigió desde Ventanilla, lo que provocó que este material llegara a nuestras costas. Hemos enviado un oficio al Ministerio del Ambiente, al Ministerio de Energía y Minas, a la fiscalía, a la Defensoría del Pueblo y al gobierno regional para tratar de mitigar estos daños”, agregó.
El alcalde añadió que el equipo municipal ha tratado de cuidar el balneario y que se han sorprendido por esta situación. “Este distrito es náutico y, debido a esto, hemos tenido que cerrar las playas, perjudicando a todas las personas que practican deportes acuáticos. Sin embargo, ya se están tomando medidas para controlar el problema”, mencionó.
Ramón Garay León resaltó que no es la primera vez que esto ocurre. “No se puede seguir contaminando nuestros mares. He informado a la Capitanía. Además, ordené el cierre de playas para proteger la salud y el bienestar de los vecinos y visitantes. Nosotros no tenemos oficio en el mar, pero hemos enviado solicitudes de limpieza a las autoridades correspondientes. No tengo presupuesto para mitigar el daño. Se necesita gente con experiencia, estudios y conocimientos en limpieza del mar. No se trata solo de echar agua y limpiarlo”, indicó.
Los trabajos de limpieza
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha desplegado un equipo de profesionales para evaluar el impacto del derrame en la zona. La presencia de hidrocarburos en las playas ha desencadenado medidas de monitoreo y verificación, con el objetivo de proteger la salud de las personas y del ecosistema afectado.
Mientras tanto, la preocupación por las consecuencias a largo plazo del derrame crece entre los residentes y las autoridades locales. El cierre temporal de las playas ha generado incertidumbre sobre el futuro de la actividad turística en la zona.
La Marina de Guerra y la Capitanía del Puerto han iniciado una investigación para identificar al responsable del derrame y aplicar las sanciones correspondientes. La urgencia de la situación exige respuestas rápidas y eficaces para evitar futuros incidentes de este tipo y proteger el frágil ecosistema marino de La Punta.
El capitán de Puerto del Callao de la Marina, Henyer Díaz, informó a El Comercio que desde el martes su equipo había recibido información sobre una mancha en la playa de Cantolao, La Punta. “Mandamos a nuestro personal a la zona para inspeccionar y verificamos que había una mancha. Tratamos de identificar de dónde provenía, pero aún no se ha podido determinar. Nuestra primera acción ha sido contener dicha sustancia. Para ello, hemos activado nuestro plan de contingencia, que consistió en tender barreras de apoyo”, expresó.
Indicó que han recibido apoyo de distintas empresas privadas como APM Terminal y DP World, las cuales ayudaron a desplegar barreras en el área afectada, que abarca entre 200 y 300 metros. “Ya se pudo contener la sustancia; ahora, lo que se hará es limpiar y eliminar los residuos. Se espera que en 1 o 2 semanas el mar esté libre de petróleo. Solicitamos apoyo a la municipalidad, pero no hay una ayuda directa por parte de ellos”, afirmó.
Experiencia en primera persona
El velerista y activista ambiental Alec Hughes mencionó a este diario que estos residuos, por su magnitud, podrían provenir de buques y no de pequeñas embarcaciones. “El grave problema de la sociedad es que no miramos al mar como una fuente de alimentación y vida. Mientras navegaba en mi velero, pude observar este derrame desde el jueves de la semana pasada. Este fue llevado por el viento desde el Callao a Pasamayo, hasta finalmente llegar a la orilla de La Punta”, explicó.
“Mientras navegaba, me encontré con esas manchas que el viento iba dispersando. Es probable que el responsable de este derrame sea alguna embarcación que lleve años sin operar, esté abandonada o tenga problemas económicos. También podrían ser embarcaciones de pesca coreanas, chinas u otras banderas que han sido incautadas por problemas de impuestos o problemas legales o migratorios”, dijo.
Hughes informó que retirar todo el petróleo podría llevar más de dos semanas. “El problema es que el petróleo dura muy poco en la superficie; antes de dos semanas, el petróleo caerá al fondo del mar”, explicó.
Desde Google Earth se pueden observar manchas oscuras y oleosas que se extienden desde algunas embarcaciones en el Callao. Se sabe que en Perú no existe un buen manejo de los residuos provenientes de los motores de los barcos ni de las fugas de aceite de los mismos.