Redacción EC

El caso del asesinato del director del colegio María Montessori, en San Juan de Lurigancho, sigue siendo investigado por la policía. Una teoría señala que habría sido víctima de extorsionadores, pero la segunda hipótesis adquiere cada vez más fuerza. y por celos sería la explicación detrás del homicidio.

Sabel Evangelista De Paz, hace cuatro años, denunció que recibía amenazas de parte de su hijo, Edward Evangelista Coronel, quien le exigía que deje la dirección del local María Montessori a su cargo al punto de responsabilizarlo de cualquier atentado contra su vida.

"Entrevistamos al señor (Sabel) Evangelista y le consultamos si tenía amenazas la mañana del día del asesinato. Él nos dijo que no, pero nos narró que tenía un problema familiar con su esposa y sus hijos por su nueva pareja. Por esto tenemos esa segunda hipótesis", detalló ante América noticias el general Salvador Iglesias, jefe de la Región Policial Lima.

La policía acudió a María Montessori a hablar con Evangelista acatando una orden: constatar si había otros directores o administradores de colegios que habían recibido amenazas de parte de extorsionadores. Esto tras el asesinato de dos vigilantes en Alpamayo School, en la urbanización Los Pinos, también en San Juan de Lurigancho.

SICARIO MENOR DE EDAD

Según testigos, Sabel Evangelista fue interceptado por tres personas a pocos metros del colegio María Montessori a la 1 p.m., cuando se retiraba del local.

Evangelista De Paz se habría detenido a pedido de un joven de unos 13 años, quien trató de hablar con él. El director no bajó la ventana de su carro, por lo que el joven habría abierto fuego y le habría disparado en la cabeza a través de la luna del vehículo.

El director del colegio María Montessori trató de escapar pero perdió el control a pocos metros. El menor, junto a sus otros dos acompañantes, habría huido.

"La reacción del personal fue inmediata. Ayer incluso hubo una balacera pero el personal no pudo capturarlos porque no teníamos el patrullero ya que lo usamos para trasladar al herido", relató el general Iglesias.

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