Los uniformes que los acompañaron en la arriesgada tarea de atender emergencias junto a los ataúdes, las innumerables flores con mensajes de toda la gente que los estimó y respetó, y el dolor de todo un cuerpo de bomberos que nuevamente pierde a valiosos miembros. Ayer fue un día de duelo por el velorio de Nicolás Santa Gadea y Ángel Torres, los bomberos aeronáuticos que fallecieron el último viernes en el accidente en el aeropuerto Jorge Chávez.
A la conmoción por la pérdida de los miembros del Cuerpo de Bomberos Aeronáuticos de Lima Airport Partners (LAP) —un tercero lucha por su vida en el hospital Sabogal— se sumó el desconcierto de miles de personas que desde el viernes quedaron varadas en distintos puntos del país por el cierre del principal aeropuerto como parte de las investigaciones por la tragedia. Este sábado se realizó el retiro de las unidades siniestradas (el camión de los bomberos aeronáuticos y el avión de Latam) y la evaluación de la pista de aterrizaje.
Luego de realizar todos los trabajos de mantenimiento de la pista, LAP anunció que el aeropuerto retomaría sus operaciones. Sin embargo, fuentes de LAP informaron a El Comercio que un estimado de 454 vuelos se vieron cancelados al no poder aterrizar en la capital.
Tras el accidente, los vuelos que iban a aterrizar en el Jorge Chávez fueron derivados a otros aeropuertos en el país. Aeropuertos del Perú (ADP) confirmó que 18 aviones desembarcaron en 8 aeropuertos a lo largo del territorio peruano en las ciudades de Pisco (5), Chiclayo (3), Trujillo (3), Cajamarca (2), Iquitos (2), Pucallpa (1), Talara (1) y Tumbes (1).
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No hay explicación sobre el accidente
La muerte de los bomberos ocurrió cuando el camión en el que se encontraban impactó contra un avión que aceleraba para despegar. Las razones del por qué el vehículo se encontraba en la pista no han quedado claras.
Ayer, en conferencia de prensa, Jorge Antonio Salinas, presidente de Corpac, declaró que sí hubo conocimiento de un simulacro a realizarse por el equipo de respuesta del aeropuerto. Sin embargo, dijo que no hubo autorización para que ingresaran a la pista. Luego, LAP, que administra a los bomberos del aeropuerto, emitió un comunicado anunciado que sí se había gestionado un simulacro para medir el tiempo de respuesta de las unidades, pero que no se dio autorización para ingresar a la pista.
El Ministerio Público del Callao tiene abierta una investigación preliminar por homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas. Según explicó a El Comercio Augusto Linares, abogado penalista del Estudio Linares, estos casos podrían significar una pena privativa de seis años, de manera efectiva. “Lo que va a buscar el Ministerio Público es ver quién falló en el protocolo de procedimiento”, agregó. Además, indicó que “definitivamente la entidad para la que trabaja [quien se declare culpable] se convierte en tercero civilmente responsable”.
Débil infraestructura aeroportuaria
Mientras la investigación continúa, miles de personas perdieron vuelos o terminaron en ciudades que no estaban previstas. Previo a la apertura del Jorge Chávez, este Diario comprobó que decenas de personas, entre adultos mayores y madres con niños, permanecían en los exteriores del aeropuerto esperando ingresar para encontrarse con sus familiares.
A esto se suma las críticas de usuarios que reportaron que no podían desembarcar en el aeropuerto internacional Capitán FAP Renán Elías Olivera, en Pisco. Sin embargo, Evans Avedaño, gerente general de ADP, dijo que las demoras no fueron por faltas del aeropuerto porque este cuenta con capacidad de recibir hasta cinco aviones grado C (Airbus 320 o los Boeing 737 de 150 pasajeros).
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“En Pisco contábamos con todos los servicios para poder atender a los pasajeros cuando el capitán decidiera desembarcar”, declaró a El Comercio. Añadió que los capitanes de vuelo demoraron en realizar el desembarque. Según Avedaño, “el aeropuerto estaba operativo. Teníamos doble personal del aeropuerto. Había dos operadores de rampa”. También mencionó que había personal de migraciones en el lugar para recibir a los pasajeros extranjeros.
Según el representante de ADP, el aeropuerto de Pisco es el de mayor capacidad, pero los demás pueden recibir entre 4 y 2 unidades grado C de manera simultánea. Sin embargo, reconoció que la infraestructura aeroportuaria en el país “es una completamente débil”.
Sin embargo, Avedaño reiteró que para situaciones como esta, la capacidad de estos aeropuertos podría extenderse si la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) les da la autorización. De ser el caso, el aeropuerto de Pisco podría recibir hasta 20 aeronaves grado C. “Nosotros en ADP tenemos años tratando de desarrollar la infraestructura aeroportuaria. Casi todos nuestros aeropuertos tienen un proyecto de expansión encaminado, pero lamentablemente el proceso es muy lento porque hay que pasar por todas las aprobaciones gubernamentales”, añadió.
Las Palmas no es un aeropuerto alterno
Una de las preguntas que también surgió era si la Base Aérea Las Palmas, de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), podría haber sido utilizada para reubicar los vuelos de manera interina. En conversación con El Comercio, el Mayor General FAP Fernando Brignardello explicó que Las Palmas está habilitada para recibir a cualquier avión que necesite aterrizar por alguna emergencia, sin embargo “no nos podemos hacer cargo de la aviación comercial porque la capacidad logística no está instalada acá”, añadió. Aclaró que de todas formas Corpac o Mindef podría solicitar apoyo. Esta vez no se hizo. “La Base Aérea de Las Palmas no es un aeródromo alterno. Es un aeródromo de emergencia y para atender desastres naturales”, finalizó.