La lucha de las mujeres también es contra el cáncer. En el 2020, los casos nuevos de cáncer de mama y cuello uterino –los más comunes en mujeres– fueron de alrededor de 6.900 y 4.300, respectivamente. El Observatorio Global del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud ha proyectado que en el 2040 se detectarán alrededor de 10.500 casos nuevos de cáncer de mama y 6.400 de cuello uterino. En ambos casos, el incremento estimado es de 50%, aproximadamente.
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Casi 5 mil mujeres fallecieron por estas dos enfermedades en el 2020. Ello pese a que la inmensa mayoría de casos pueden prevenirse. Y es que un diagnóstico tardío es el principal motivo de muertes por cáncer.
“Estudios a nivel nacional señalan que el 95% de casos de cáncer de mama detectados a tiempo tienen cura. Una de las principales causas del aumento de decesos por cáncer de mama es que hasta el 85% de casos son detectados en etapas avanzadas y graves, lo que reduce las alternativas de tratamiento”, señala Gianina Orellana, directora de Por un Perú sin Cáncer, una organización dedicada a fomentar una cultura de prevención oncológica.
En los casos del cáncer de mama y de cuello uterino, los chequeos preventivos son de vital importancia, pues en la mayoría de casos no se presentan síntomas en la etapa inicial. Además de los exámenes preventivos, la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) es altamente recomendada para prevenir el cáncer de cuello uterino.
Según una encuesta del INEI del 2021, menos del 30% de mujeres de 40 a 59 años se realizó un chequeo general de cáncer en el último año. Únicamente el 6,7% de mujeres de 40 a 59 años se hizo una mamografía en el último año, y el 45,4% de mujeres de 30 a 59 años se realizó un Papanicolaou en los últimos tres años.
Orellana sostiene que las altas cifras de incidencia de cáncer en mujeres responden, en parte, a una postergación del cuidado de la salud propia a favor de la de sus familiares. “Las mujeres, cuando somos madres de familia, priorizamos la salud de la gente que nos rodea: el esposo, los hijos, etc., y pensamos en nuestra salud al final”, señala.
Un Perú sin Cáncer ha rastreado más de 300 establecimientos de salud en las 24 regiones del Perú donde realizarse chequeos oncológicos. Busca el más cercano en el este cuadro, o en www.porunperusincancer.com.
Sin recursos
El médico cirujano oncológico Carlos Farias, coordinador de la Alianza para la Prevención y Control de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, advierte que, aunque ambos tipos de cáncer son “altamente prevenibles”, la realidad del sistema de salud en el país dificulta la prevención de la enfermedad.
“Desafortunadamente, la prevención del cáncer de las mujeres solo ha sido un discurso durante décadas, porque seguimos detectando cáncer avanzado, tanto de cuello uterino como de mama”, señala.
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Según el oncólogo, en el sector público no existen suficientes especialistas en mamografías ni Papanicolaou. “No hay una verdadera política de promoción de la prevención (del cáncer). Porque si la hubiera, la detección sería una medida de fácil acceso”, sostiene.
En cuanto al tratamiento, los recursos son igual de limitados. De acuerdo al especialista, una mujer diagnosticada que será tratada en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas puede esperar meses antes de iniciar su tratamiento, lo cual implica un crecimiento del cáncer.
“El cáncer de cuello uterino y de mama son una tragedia para la mujer peruana de bajos recursos”, concluye Farias.
En aumento
Según Farias, las proyecciones que muestran un incremento de los casos de cáncer en los próximos siete años se explican, principalmente, por el hecho de que los factores de riesgo para el cáncer de mama –como el sobrepeso y la obesidad– y de cuello uterino –relaciones sexuales no seguras– siguen incrementándose.
Además, con la pandemia por el COVID-19 y el colapso del sistema de salud, la detección y tratamiento del cáncer –así como de otras enfermedades– se vieron postergados.
“En la pandemia, todas las enfermedades (aparte del COVID-19) se dejaron de lado. Eso generó no solamente que se incremente el número de casos de cáncer detectados, sino que a la hora de detectarlos ya eran cánceres bastante avanzados. Las mujeres con cáncer de mama vieron crecer su tumor, sin poder acudir a ningún hospital”, señala Orellana.
Los trabajadores dependientes que cuentan con EPS tienen derecho a un chequeo oncológico preventivo anual.
En mayo del 2022, a iniciativa de Por un Perú sin Cáncer, se incorporó a la Ley Nacional del Cáncer un artículo que dispone que todos los trabajadores –públicos o privados y sin importar el régimen laboral en el que se encuentran– tienen derecho a dos días al año de licencia con goce de haber para realizarse chequeos oncológicos preventivos.
“De ese modo, el empleador se convierte en un protagonista muy importante en la prevención de cáncer en el Perú”, sostiene Orellana.
Como parte de los esfuerzos por incentivar la prevención del cáncer, la organización también le ha propuesto al Banco Central de Reserva (BCR) que emita una edición limitada de una moneda de S/1 con un mensaje de prevención del cáncer.
“La moneda un vehículo de comunicación muy importante, llega a las 24 regiones del Perú. Si tiene un mensaje de prevención del cáncer, va a llegar a todos los peruanos”, indica Orellana. Iniciativas como esta han sido realizadas en el pasado por países como Panamá, Canadá, Israel e Italia.