¿Conocen casos de embarazo adolescente?, pregunta la profesora Rocío a un grupo de adolescentes que cursan el tercer año de secundaria en la institución educativa El Nazareno. En la precaria aula del colegio, ubicado en el asentamiento humano Pamplona Alta, en San Juan de Miraflores (SJM), las respuestas no se hacen esperar: “Acá, en mi barrio”, responden los alumnos.
Los estudiantes hablan abiertamente del embarazo adolescente, de sus causas y de cómo evitarlo. Debaten con fluidez y opinan sobre casos concretos. Por muchos años ellos vieron de cerca esta problemática.
“Vi que compañeras de otros salones salían embarazadas y dejaban de estudiar. Era lamentable ver que sus metan se truncaban por cuidar otra vida”, cuenta Melani, estudiante de quinto año de secundaria.
Hace nueve años, El Nazareno, que en la actualidad alberga a 760 alumnos, registraba una tasa preocupante de embarazos adolescentes. Entre el 2007 y 2011, 50 escolares salieron en cinta y la mayor parte de ellas abandonó los estudios.
—Trabajo conjunto—
Preocupados por la alta deserción escolar que generaban los embarazos, las autoridades del plantel buscaron el apoyo de la ONG Manuela Ramos, con la que por ese tiempo tenían un convenio para la formación de líderes.
“En el 2011 incluimos contenidos de educación sexual integral (ESI) en los cursos de secundaria. Al inicio fue difícil porque dependía [como hasta ahora] de la participación voluntaria de profesores y padres. Muchos no estaban preparados para hablar de esos temas, pero con el tiempo eso fue mejorando”, señala el director del colegio, Willy Sánchez.
Rocío Canales, docente del curso de Ciencia, Tecnología y Ambiente, recuerda que al principio solo seis profesores participaban en las capacitaciones y dedicaban varias horas de su tiempo (fuera de horario de trabajo) para elaborar el material educativo.
Con los años, el esfuerzo y la aplicación de temas de educación sexual en distintos cursos, incluso en matemáticas, dieron sus frutos. Los embarazos adolescentes se fueron reduciendo hasta no registrar ninguno en el 2015 y en este año.
“Los resultados evidencian que es necesario aplicar la ESI. El Ministerio de Educación debe desarrollar todas las estrategias para universalizar la educación sexual en los colegios del Perú”, afirma Pilar Puente, coordinadora del programa Sexualidad y Autonomía Física de Manuela Ramos.
El Nazareno, como otros dos colegios de SJM, no solo redujo los embarazos adolescentes: ha visibilizado casos de vulneración y empoderado a sus alumnos.