LUIS GARCÍA BENDEZÚ @condedemaldoror
Redactor de Sociedad
María Teresa Quispe tiene 18 años y el 5 de octubre elegirá a sus alcaldes por primera vez. Ella vive en Lince y la oportunidad de votar no le entusiasma demasiado. María Teresa piensa que las municipalidades son inútiles. Sabe que el alcalde de su distrito se apellida Príncipe, pero al resto del concejo no lo ha visto ni en foto.
Lo que sí tiene claro es que el principal problema de Lince es la inseguridad. María Teresa cuenta que los robos en su vecindario son frecuentes pese a que hay una caseta de serenazgo cerca. Las 8 cámaras de seguridad que tiene el distrito no le hacen sentirse más segura.
La inseguridad no es la única preocupación de la juventud limeña. Especialistas consultados por El Comercio señalan que la mayoría de vecinos menores de 29 años también pide mejores espacios públicos y soluciones al caos vehicular y a la falta de empleo.
La opinión de jóvenes como María Teresa Quispe será decisiva en las próximas elecciones municipales. En Lima hay casi 2 millones de electores menores de 30 años. Ellos representan el 29,4% del total de votantes.
Según el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), la mayor parte de estos jóvenes se encuentran en San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres y Comas.
Los candidatos a alcaldes tienen una dura tarea para atraer a los jóvenes. El 36% de esta población declara no estar interesada en la política y el 44,9% confía poco en las municipalidades distritales. Esto según la última Encuesta Nacional de la Juventud, del 2011.
“Los jóvenes sienten que los candidatos se les acercan durante la campaña, pero luego, cuando llegan a los cargos, los excluyen de la toma de decisiones”, comenta René Galarreta, secretario nacional de la Juventud. Él lamenta que no todas las municipalidades de Lima cuenten con gerencias especializadas en la juventud.
Para Mariana Alegre, coordinadora de la ONG Lima Cómo Vamos, la seguridad que piden los jóvenes está ligada al aprovechamiento de los espacios públicos. “Los alcaldes deben interesarse en generar espacios para compartir. Los jóvenes quieren puntos de encuentro, con actividades recreativas y culturales”, explica.
Otro tipo de iniciativas bien recibidas son los ofrecimientos de capacitación y las normativas contra el acoso sexual callejero. “Los alcaldes que se ponen firmes con estos temas pueden marcar la diferencia en las elecciones”, agrega Alegre.
CUOTAS DE JÓVENES
La participación de jóvenes en la política todavía no está extendida en la capital. El regidor más joven de Miraflores tiene 33 años. En La Molina todos los regidores superan los 30.
La Ley de Partidos Políticos exige que en la lista de candidatos a alcaldes y regidores haya un mínimo de 20% de jóvenes. En la práctica, solo el 7% de ese grupo joven obtiene un cargo, según la Secretaría Nacional de la Juventud (Senaju).
“Los partidos cumplen con la cuota, pero otorgan a los jóvenes los últimos lugares en las listas. Se requiere una modificación para que los jóvenes formen parte de los concejos elegidos”, recomienda Arturo Parra, director del grupo Coherencia.
Algunas municipalidades cuentan con organismos específicos para atender a jóvenes. Este es el caso de Miraflores que tiene un consejo consultivo adolescente con 20 integrantes. La Municipalidad Metropolitana de Lima cuenta con un potente equipo de voluntariado juvenil.