LUIS GARCÍA BENDEZÚ @condedemaldoror
El corazón económico de la Lima popular, que factura ventas por unos S/.1.500 millones al año, está enfermo de inseguridad y descontrol.
Según la policía, las mafias que amedrentan a empresarios de Gamarra les exigen cupos de S/.10 mil al mes, en promedio.
“El monto sube o baja de acuerdo a la solvencia económica de la víctima”, explica Manuel Roncalla, jefe de la División de Investigación de Secuestros (Divise) de la PNP. Pese a ello, su unidad ignora cuántos empresarios son extorsionados.
¿Por qué ocurre esto? Simple: los empresarios rara vez denuncian sus casos a la policía pues desconfían de la institución. Así ocurrió con Teófilo Domínguez, dueño de una fábrica de medias que fue acosado durante cuatro meses y que, en vez de ir a la comisaría, prefirió comprarse una pistola y contratar a un guardaespaldas.
A pesar de que no se ha logrado identificar a las bandas que operan en Gamarra, especialistas antisecuestros refieren que el 95% de las extorsiones se realiza por teléfono desde cárceles limeñas. Este año, la Divise apenas ha recibido dos denuncias de extorsiones a empresarios de Gamarra y, a la fecha, nadie ha sido capturado.
La sensación de inseguridad es tan aguda en el emporio que la Federación de Empresarios de Gamarra organizó ayer una conferencia titulada Marcaje, Secuestro, Extorsión y Sicariato. En ella, el mayor PNP (en retiro) Juan Flores Almestar, especialista formado en la Divise, dio pautas a los comerciantes para mantener un “perfil bajo” y evitar ser blanco de la delincuencia. “Lo más importante es ser cautos con la información que divulgamos en Internet. El seguimiento casi siempre empieza por las redes sociales”, explicó Flores a El Comercio.
Los “intocables” de Gamarra
En Gamarra, la delincuencia no solo se manifiesta con las extorsiones a empresarios. El clima de violencia se percibe desde que uno ingresa en carro al emporio. Según los dirigentes, la corrupción alcanza a la policía municipal, que compone un escuadrón mafioso “intocable”.
En el damero de Gamarra, hay 10 puertas de acceso que son controladas por 30 cobradores de parqueo vehicular. Estos empleados llevan chaleco y aseguran que trabajan para la Municipalidad de La Victoria.
Pero Diógenes Alva, dirigente de los comerciantes, aseguró que los cobradores integran mafias que se disputan violentamente el derecho de cobrar en una cuadra. “Ellos no entregan al municipio el dinero recaudado. Además, maltratan a los clientes y les exigen pagar tarifas no establecidas”, denunció.
Este Diario constató esta semana que en el jirón Humboldt, entre Huánuco y América, se cobraba S/.1 a los choferes solo por cruzar la calle. Algunos de ellos dijeron que los cobradores amenazan con romper las lunas del carro si no se paga esa tarifa.
Cada mes, la Municipalidad de La Victoria recauda S/.200 mil en los estacionamientos de Gamarra. Germán Maraví, gerente de Administración de la comuna, negó que este cobro esté en mano de extorsionadores. No obstante, dijo que sí es posible que algunos recaudadores abusen con las tarifas y no rindan cuentas. “Para evitarlo, hacemos supervisiones frecuentes”, se defendió Maraví.
Los dirigentes y empresarios entrevistados por El Comercio denunciaron que la policía municipal de La Victoria está formada por delincuentes y ex presidiarios. “Ellos cobran cupos a los ambulantes para dejarlos trabajar”, reveló Carlos Choque, presidente de la Federación de Empresarios de Gamarra. El negociante textil denunció que falsas empresas de seguridad exigen, con amenazas, S/.10 a la semana a comerciantes por un servicio de guardianía.
El subgerente de la Policía Municipal de La Victoria, Alipio Rodríguez, dijo que entre mayo y junio despidió a 56 agentes, porque no cumplieron su función de retirar a los ambulantes de Gamarra. Hoy este cuerpo tiene 146 agentes.
“Nosotros hacemos exámenes psicológicos a los policías municipales, pero no sé si alguno tiene antecedentes policiales”, señaló Rodríguez.
EXTORSIONES EN LA CAPITAL
20/3/2014
Extorsionadores hacen estallar una granada de guerra en el frontis de la vivienda del microempresario Julio César García, en Los Olivos.
15/5/2014
Una banda de extorsionadores lanza una granada a la pollería El Padrino Chicken, ubicada en Zárate. En el ataque salió herido Manuel Ramos Fernández.
16/5/2014
Delincuentes detonan una carga de dinamita en una tienda de artefactos de Pedro Angulo, dueño de la cadena de restaurantes El Padrino Chicken. El empresario denuncia que había sido extorsionado durante meses.
30/5/2014
Una granada explota en la vivienda de Aydee Cahuas Calle, ubicada en San Martín de Porres. La comerciante tenía un local comercial en uno de los mercados del distrito.
13/6/2014
Dos delincuentes arrojan una granada de guerra en la casa del empresario de transporte Marco Antonio Gallo. La vivienda estaba en Santa Anita. Gallo se había negado a pagar cupos.
17/6/2014
Dos delincuentes asesinan a balazos a Christian Tica, comerciante de Gamarra, en un grifo de la avenida Benavides, en Surco. La policía investiga si se trató de una venganza o lo mataron por extorsión.
Fuente: Archivo El Comercio