Hoy, como todos los años, se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, en el Perú estamos lejos de celebrar este día. Las cifras sobre violencia y desigualdad de género todavía son alarmantes, pese a que con los años estas van mejorando. Además, la pandemia exacerbó la brecha de genero, ya existente, entre hombres y mujeres, explican especialistas.
Tres de cada 10 personas cree que la mujer tiene la culpa si esta va sola a una fiesta y la violan, revela una encuesta de febrero del 2022 realizada por Ipsos sobre violencia contra la mujer. Esta percepción aumenta en el nivel socio económico (NSE) E donde el 45% lo cree, mientras que en el NSE A el 15%.
“Eso hace ver que la educación es fundamental para quebrar brechas de género y estereotipos y roles. Se debe invertir en educación de la mujer como derecho fundamental. Es un indicador clarísimo que la educación hace que se pueda superar esta situación, a pesar de que en los NSE más altos también hay violencia”, explica Eliana Revollar, Adjunta para los Derechos de la Mujer en la Defensoría del Pueblo.
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La encuesta también revela que mientras más edad tiene los encuestados, existe mayor percepción de culpabilidad hacia la mujer. Por ejemplo, si una mujer se pone una minifalda y un hombre la acosa, 17% del grupo de 43 años a más cree que la mujer tiene la culpa, mientras que solo el 4% del grupo de 18-25 años lo cree.
Por otro lado, ante la pregunta si una mujer le saca la vuelta a su pareja y al descubrirla él le pega, 18% de mujeres contestaron que la mujer tiene totalmente la culpa y el 32% algo de culpa. “La encuesta es un reflejo de una relación estructural de desigualdad y violencia. Las mismas mujeres se sienten culpables por algo que no han realizado”, explica Liurka Ramos, directora de políticas para una Vida Libre de Violencia del Ministerio de la Mujer (MIMP).
Pandemia y brecha de género
Al hablar de igualdad de género no se puede dejar de lado las consecuencias que ha tenido la pandemia, explican las especialistas consultadas. Pese a que los indicadores en encuestas pueden estar mejorando, la situación por la cuarentena obligatoria ha empeorado la brecha de género.
La pandemia recargó, aún más, a las mujeres en las labores de cuidado, “se ratificó este rol. Se volvió a la mirada dicotómica de que el hombre va al trabajo y la mujer a la casa”, sostiene la subdirectora de la organización Manuela Ramos, Rocío Gutiérrez. Además, explica que por esto las mujeres han perdido trabajos, ingresos propios y por ende autonomía.
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Asimismo, muchas mujeres quedaron en situación de vulnerabilidad ante la violencia. “Quedaron aisladas en casa, sin redes de soporte o servicios públicos. Se quedaron con su propio agresor. Los principales agresores sexuales de niñas están dentro del entorno familiar”, dice Gutiérrez.
Durante la pandemia, varios Centros de Emergencia Mujer (CEM) del Programa Aurora del MIMP cerraron y varias mujeres no pudieron denunciar o solicitar ayuda. Liurka Ramos comenta que ya están el 100% habilitados y se han incrementado 14 más entre el 2020 y 2021.
En total son 430 CEM a nivel nacional. Los CEM son servicios públicos donde se atiende de manera integral a víctimas de violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar, estos son el primer nivel de atención al encontrarse en hospitales o comisarías.
Retos por delante
Tras los problemas por la pandemia, el MIMP habilitó recursos virtuales para que las mujeres puedan hacer denuncias, como fortalecer la línea 100. Durante el 2021 y parte del 2020, se aprobó la normativa para aprobar de manera permanente estos recursos como línea telefónica y Whats App, indica Ramos. Asimismo, mediante un Decreto Supremo N° 016-2021-MIMP se establece que se debe crear una plataforma digital de denuncia.
Otro aspecto en que las especialistas coinciden con que es indispensable es el enfoque de prevención. Desde el MIMP ya se aprobó Estrategia Nacional de Prevención de la Violencia que tiene como objetivo establecer intervenciones integrales articuladas y efectivas para prevenir la violencia de género.
Por otro lado, el enfoque de género es indispensable para erradicar los roles tradicionales de género y la desigualdad. “Necesitamos el enfoque centrado en la igualdad de género, no como ideología si no enfoque fundamental donde todos debemos tener los mismos derechos”, dice Eliana Revollar.
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