LUIS SILVA NOLE / @Lucho_Silva
Redactor de Sociedad
El médico español José Serra, geriatra, gerontólogo y profesor de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, estuvo de paso por Lima con ocasión de la primera Cumbre Internacional de Nutrición para la Vida. Habló con El Comercio sobre cómo llevar un envejecimiento saludable.
— ¿Cómo comienza el proceso de envejecimiento?
Desde los 30 o 40 años empezamos a perder masa muscular y masa ósea. Eso último pasa mucho en las mujeres. Ambas condiciones traerán problemas a los 60 años o más.
— ¿Cómo se evita eso?
Las mujeres que desde jóvenes hacen actividad física y llevan una dieta adecuada, con calcio, tienen un pico alto de masa ósea. Cuanto más alto sea ese pico, más despacio se perderá esa masa. Lo mismo pasa con la masa muscular de los adultos mayores en general. Los hábitos saludables, que implican una buena dieta y ejercicio físico, logran una vejez saludable.
— ¿Cuál es la dieta adecuada?
Una variada, con hidratos de carbono, grasa necesaria, proteínas, vitaminas y minerales. Con la edad comemos menos proteínas y la mayor reserva de ellas está en los músculos. Comer pocas proteínas, es decir, huevos, carne, pollo y pescado, y el sedentarismo llevan a perder masa muscular.
— ¿Está a tiempo de mejorar su condición muscular un adulto mayor que no ha comido sano en su vida?
Nunca es tarde.
— En abril, usted dijo en Madrid que “la calidad de bienestar de un país se mide por cómo trata a sus mayores”. ¿Cómo los trata España?
España es uno de los países con mayor expectativa de vida en el mundo [la media es 82,2 años, a solo unas décimas de los dos primeros: Japón y Francia]. El problema es que nacen pocos hijos. Envejecer no es un problema, es un logro de los países. Mi país mantiene un buen nivel de pensiones, que con la crisis bajó mucho, y un gran sistema sanitario. Trata bien a sus viejos, pero debería tratarlos mejor.
— ¿Qué debe hacer el Perú para atender mejor a sus adultos mayores?
No quiero atreverme a aconsejar al Estado Peruano. Lo que sí digo es que no ocuparse de los mayores es carísimo para las familias y quiebra a un Estado. Son recursos que se retraen al tejido productivo de un país. Envejecer no es un problema si se ve la alternativa, y la alternativa es morir. Fuera de lo genético y de imponderables, el 60% o 70% de cómo envejecemos depende de nuestros hábitos.