Detalles poco conocidos de la batalla de San Juan de Miraflores, que fue uno de los episodios de la Guerra con Chile, son difundidos entre los escolares y profesores de este distrito. Ya son unos 25 centros educativos los que han recibido charlas informativas sobre este conflicto bélico acontecido hace 138 años.
La información ha sido recopilada en el libro “San Juan de Miraflores y la Guerra del Salitre", escrito por Javier Altamirano Coquis, ex alcalde de San Juan de Miraflores, quien en su gestión inauguró un museo en que se exhiben algunas piezas rescatadas de la época y en el que se cuenta la historia de quienes la protagonizaron.
Entre otras historias, esta publicación de 395 páginas rescata la participaron de los hijos del coronel Francisco Bolognesi. Luego de pelear en la batalla, Augusto (17 años) fue herido de muerte y Enrique (21 años) también fue herido, pero sobrevivió. Dos días después, el hijo del héroe nacional murió en la batalla de Miraflores.
Otra historia que se cuenta en el libro es la del hijo del expresidente Ramón Castilla. Cuando intentaba reagrupar a su batallón, Juan Castilla fue atacado por las tropas chilenas y falleció.
Se investigó también la participación de tres menores de 12 años. Julio César Escobar murió acribillado mientras hacía labores de vigía y Viviano Paredes murió junto a su padre con quien había viajado desde Huaraz hasta Lima para pelear en esta batalla.
El tercer niño es Néstor Batanero. Según el libro, una vez que su división había sido vencida, rodó desde la parte la parte alta del Morro Solar envuelto en el pabellón Nacional para evitar que caiga en manos chilenas. Sobrevivió, pero un año después, con el grado de subteniente y con solo 13 años, entregó su vida en la batalla de San Pablo (Cajamarca).
La publicación, que fue revisada por el Instituto de Estudios Históricos del Pacífico (INEHPA), también pone al servicio de la comunidad una guía con las 128 calles del distrito de San Juan de Miraflores que llevan los nombres de personajes que protagonizaron la batalla del 13 de octubre de 1881, en la que fallecieron unas 8 mil personas.
“Mi deseo es poder generar identidad cultural en mi distrito y que todos conozcan un poco más de la rica historia de la que somos herederos”, señaló Altamirano.