Estos efectos no solo los sufre la madre, sino también su bebé. (Foto: Pixabay)
Estos efectos no solo los sufre la madre, sino también su bebé. (Foto: Pixabay)
Redacción EC

El llegó y con él las altas temperaturas propias de la estación que afectan y pueden causar problemas de salud a las mujeres embarazadas.

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Para el Dr. Raúl Alegría, médico gineco-obstetra y jefe de servicio de alto riesgo del hospital Guillermo Almenara del Seguro Social de Salud (Essalud) los llamados “golpes de calor” deben atenderse a tiempo, de lo contrario, podrían ser fatales.

“Teniendo en cuenta que su temperatura corporal tiende a elevarse naturalmente. Si a ello le sumamos factores de riesgo como una temperatura del ambiente mayor a 30°, la mujer comenzará a sentir fatiga, sensación de sed, resequedad en la boca, mareos, debilidad muscular y pérdida de conocimiento”, advirtió el especialista.

De ocurrir este problema, se debe recostar a la gestante, colocarle paños fríos sobre la frente y ventilar el ambiente, de persistir, debe ser llevada a un centro de salud “de tercer nivel o de alta complejidad”, agregó el Dr. Alegría.

Recalcó que no es suficiente que la hidratación de una gestante sea solo con agua, se debe suplir las sales hidratantes y electrolitos que pierde a través de sudor. “Puede tomar entre uno y tres litros diarios, además del agua pura”, sugirió el galeno.

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En esa misma línea, la obstetra, Pilar Córdova, sostuvo los efectos de los “golpes de calor” también los sufre el bebé por lo que recomienda:

• Evitar exponerse en horas pico de calor, es decir entre el mediodía y las 3:00 p.m.

• Es mejor que utilice blusas sueltas de algodón o gasa, pantalones frescos y anchos para vestirse.

• Las mejoras aliadas son las frutas, principalmente el consumo del melón y sandía.

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