Hernando Tavera, jefe del Instituto Geofísico del Perú (IGP), señala que Lima tiene un silencio sísmico de 277 años y lo que se espera es que se libere un terremoto de magnitud 8,8. Además de Lima, regiones como Áncash, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna también estarían en peligro ante este fuerte movimiento.
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Juan Manuel Arribas, líder del movimiento empresarial Hombro a Hombro, conversó con El Comercio y brindó una serie de pasos a seguir cuando ocurra cualquier movimiento sísmico de gran intensidad.
Señalización: “Durante un movimiento fuerte no se va a poder caminar. Si estás en una edificación, lo importante va a ser seguir la señalización, algo que ya vamos identificando en los simulacros. Si estamos en nuestro hogar, identifiquemos desde antes cuáles serían nuestras zonas seguras”.
Reparto de labores: “En el hogar tenemos que asignarnos tareas durante el movimiento. Alguien que se encargue de la mochila de emergencia, de las correas de las mascotas, de ayudar a los mayores, etc. Esto será más fácil cuando haya un movimiento”.
Tener una caja de reserva: “Se habla mucho de la mochila de emergencia, pero esta sirve para un par de días. Una caja de reserva es lo que cada familia debe tener en casa para después de que se hayan agotado los recursos. Esta se puede alimentar con conservas y por supuesto, de mucha agua”.
Si estás en la playa: “Cuando hay un sismo de gran magnitud, tienes solo 15 hasta 20 minutos para evacuar las playas. Ahí lo mejor será colocarte en altura. Si estás en Lima, con que te coloques en el Malecón ya estás a salvo. Siempre en orden y manteniendo la calma”.
Arribas indica además qué es lo que debería de contar esta caja de reserva. “Materiales como linternas, radio, las pilas fuera de la lámpara y radio para que no se sulfaten, papel higiénico, alimentos en conserva, medicinas que se consumen en casa, alcohol, curitas, mucha agua, muda de ropa, de preferencia abrigadora, cuchilla multiusos, navaja, tijera, cinta aislante, pañales de adultos y niños, alimentos de mascotas, correas de mascotas, dinero en efectivo”.
Además, indica que ante un escenario de catástrofe, la prioridad siempre será el agua, tanto en la mochila de emergencia como en la caja de reserva. “Puedes estar una semana sin comer, pero no dos días sin tomar agua, el tema del agua es fundamental, en mochila y caja de reserva”.
Durante el terremoto ocurrido en Pisco en 2007, una de las mayores faltas para los damnificados fue tanto de agua como de medicinas y alimentos. Así lo precisó Guillermo Merino, en ese entonces comandante de bomberos de Pisco. “La situación se agudiza por la falta de carpas, alimentos, agua y medicinas”, expresó.
Es por ello que Arribas hace un llamado a no solo tener en el hogar una mochila de emergencia, sino también una reserva que pueda ser útil ante eventos catastróficos.
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