ANA BRICEÑO
Después de su truncada gestión al frente del Ministerio del Interior, Walter Albán se alista para volver a enseñar Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú. En los siete meses que fue ministro, planteó dos reformas policiales: la dedicación a tiempo completo de la policía (eliminación del 24x24) y aumentar las causales para separar a policías corruptos. Ninguno de los dos temas fue mencionado por el presidente Ollanta Humala en su discurso del 28 de julio.
Daniel Abugattas dijo que el ministerio del Interior es una cartera con una silla eléctrica, quien sube ahí sale quemado. ¿Usted salió algo chamuscado?
En mi caso, uno de los buenos resultados es que no me he ido con escándalos ni con tragedias que es, lamentablemente, la constante en ese ministerio. Sí reconozco que es un sector muy complejo, sobre todo, si no hay una política de Estado que haya sido asumida por varios sectores incluido el Ejecutivo. Es importante contribuir a que eso exista, ya sea con este gobierno o los que vengan a futuro.
Pero este gobierno ya termina y no se ha avanzado en reformas sobre seguridad ciudadana.
La coyuntura incide y hace más difícil crear consensos. No ha habido la posibilidad de generar la voluntad que tuve cuando asumí el cargo. Acepté el puesto porque hablábamos de crear puentes y de afirmar políticas de mediano y largo plazo. Ese fue el acuerdo al que llegué con el entonces premier César Villanueva y el presidente Ollanta Humala, pero lamentablemente los acontecimientos hicieron que esto variara de una manera sustantiva. Con la salida de Villanueva ya no estábamos en el mismo escenario.
Pero, ¿René Cornejo no estaba en esa línea de reformas?
Creo que la propuesta que quería desarrollar Villanueva no llegó a concretarse.
¿Ollanta no apuesta por las reformas en seguridad ciudadana, entonces?
Creo que se mantiene la idea de lo que se quiere hacer, pero también mucho tiene que ver con la impronta de quien está encabezando o planteando la propuesta y cuando se cambian a algunas personas, algunas cosas se modifican significativamente, también.
¿La eliminación del 24x24 resolverá la inseguridad ciudadana?
La policía tiene dos problemas estructurales, uno es corrupción y el otro es la dedicación a tiempo parcial que alcanza a más del 70 % de la institución. Mientras ambos temas no se aborden frontalmente, todo lo que se pueda hacer va a tener limitaciones serias. No permiten un resultado exitoso.
Usted declaró semanas antes de salir del cargo que el Ministerio de Economía ya tenía el dinero para comprar los días de franco a los policías.
Nosotros desde fines del año pasado trabajamos intensamente para proponer algo más que la compra del día de franco. Hay que entender que una policía no se puede dar el lujo de que su personal esté a tiempo parcial. Teníamos que recuperar lo que nunca debió perderse que es la dedicación exclusiva y no prestar servicios a particulares alternadamente. El problema es que las remuneraciones de la policía han estado desatendidas por años. Entonces, elaboramos una propuesta en cinco tramos para aumentar sus remuneraciones. Habíamos previsto que durante los siguientes meses y hasta el 2016 se recuperase a los policías que están trabajando bajo el sistema de 24x24. La idea era que el mayor número de contingente se recuperara este año. Mientras se concretasen esos aumentos de sueldo, se entregaría una asignación extraordinaria a los policías para que dediquen el tiempo completo a la institución.
¿El dinero ya estaba designado para esta reforma?
Lo que había era el compromiso del Ministerio de Economía de apoyar esta reforma en la medida de que hayan los controles de que esta inversión no se iba a ir al tacho, es decir que se viera reflejado en la seguridad del país. Esos aspectos los trabajamos y ya estaba garantizado. Redujimos los costos, incluso. El tema debía haberse visto en el Consejo de Ministros, pero eso ya no se produjo.
Y, luego salió el ministro Daniel Urresti a decir que nos han vendido el cuento de que el 24x24 resolverá la seguridad ciudadana.
No he escuchado esa declaración. Lo que he entendí es que no se iba aplicar de inmediato. Entiendo que un ministro tiene que informase todavía con cuidado sobre qué se trabajó antes de hacerse de la responsabilidad de ejecutar un plan de inmediato. Yo no inventé el 24x24, esto ya se había planteado mucho tiempo antes, pero nosotros trabajamos una propuesta distinta y lo dejé listo. Mi apuro era que se aprobara en el Consejo de Ministros.
Pero parece que en la gestión del señor Urresti esa no es su prioridad.
Entiendo la posición del ministro de que él quería enterarse cómo ha sido elaborada la propuesta, los alcances y seguro no ha estado en disposición de ejecutarlo tal cual, lo cual me parece razonable. Ahora, que esto signifique que el tema quede de lado no lo creo porque este tema está en el Plan de Seguridad Ciudadana 2013-2018. Hay que dejar en claro que independientemente de las personas que puedan estar en el ministerio hay que trabajar sobre la base de planificación y no de improvisación.
¿Urresti está trabajando con improvisación?
No, lo que digo es que hay un plan y hay que ejecutarlo. Si no ejecutamos el plan no estaríamos trabajando de manera sostenida y haciendo que lo que se ponga en práctica está más allá de la gestión o de los estilos personales que cada quien pueda tener el frente del ministerio.
Cuándo usted asumió el cargo dijo que su prioridad era aumentar las causales para separar a malos policías. ¿Se realizó ese proyecto?
Ese proyecto está listo y requiere de un consenso de todas las instituciones. Siempre hice referencia de cómo se había implementado algo parecido en Colombia obteniendo logros muy significativos. En ese país hicieron un acuerdo político para dejar fuera a todas las personas que no resultaran idóneas para la policía. Mi idea era plantearlo en el Acuerdo Nacional y llevar la propuesta al Congreso para generar consensos. Este proyecto plantea dar discrecionalidad al Ejecutivo a través de una comisión especial para que se inicie un proceso de depuración a lo largo de cinco años. El objetivo es no esperar que un policía haya cometido un delito sino evaluarlo para saber si era idóneo para el cargo, la depuración alcanzaba desde el personal subalterno hasta generales. Se iban a evaluar sobre cuál era el número de faltas en su legajo, quienes no tenían posibilidad de ascender o de quienes se tenían referencias claras de que estarían involucrados en actos de corrupción.
¿Y cuál va hacer el futuro de ese proyecto?
Está en el ministerio, no llegó a ser presentado al Consejo de Ministros porque primero quería que se ejecute la eliminación del 24x24. Es un proyecto que vale la pena discutir, ya es una decisión del Gobierno cuando lo quiere llevar adelante.
¿Cuál es el grado de corrupción dentro de la policía?
No se puede medir. Durante muchos años se han acumulado malos estilos y prácticas dentro de la policía y lo que se llega a castigar es muy poco frente a la dimensión de esos delitos cometidos. Hay cantidad de casos que demuestra que lo que existe de manera de sancionar no es suficiente por eso es que estábamos tratando de fortalecer un control de inspectoría que vaya más allá de la policía a cargo de un inspector civil.
¿Por qué las metas del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018 no se han cumplido como, por ejemplo, repotenciar todas las comisarías de Lima para julio de este año?
El plan se está ejecutando pero debería hacerse con mayor dinamismo y celeridad. Estos espacios como el Conasec se tienen que tomar en serio, trabajar con mayor sentido de compromiso.
¿Usted fue un ministro de escritorio o de estar en operaciones tres veces al día como Urresti?
No se pueden dividir los perfiles de esa manera. Hay márgenes para imprimir estilos personales, pero los operativos nos han preocupado a todos. Encontré un diseño de los operativos que se implementaron desde la gestión de Pedraza e hicimos ajustes para hacer los megaoperativos con desplazamientos de cientos de policías en Huaraz, Tumbes, Chincha, Chimbote, Trujillo, y otros.
¿Y usted participó de esas operaciones?
No en la mayor parte de los casos. Creo que esto es un trabajo de policías y ellos son los profesionales del asunto. El que un ministro esté o no esté tiene que ver con el estilo de cada quien, lo importantes es que la policía lo haga y obedeciendo un plan.
¿Usted que ha sido un defensor de los Derechos Humanos cree que una persona cuestionada por supuestamente atentar contra estos derechos humanos debe ser ministro?
Sobre ese tema no voy a responder porque sería poco elegante evaluar a mi sucesor.