Falsos damnificados se llevan donaciones tras huaicos
Falsos damnificados se llevan donaciones tras huaicos
Pierina Chicoma Castro

Son las 11 a.m. y un camión con productos de primera necesidad llega al puente Los Ángeles, en Chaclacayo, a la altura del kilómetro 27 de la Carretera Central. Los víveres deben ser entregados a más 50 personas que han dormido en carpas. Carlos Chumbes, quien representa a una iglesia y organiza la repartición, tiene a la mano un padrón de damnificados.

Al pie del vehículo se ha formado una segunda fila. Todas son mujeres de entre 20 y 40 años. Están esperando que les regalen algunas cosas, y la mayoría tiene a niños en brazos. Al ser preguntadas si son damnificadas, primero se niegan a responder, luego se esconden y piden que sus caras no sean grabadas. Más tarde admiten que solo son afectadas pero que igual necesitan ayuda.

Muchas de ellas confiesan que tampoco son de la zona, y dan ubicaciones lejanas. “Es que no nos llegan las donaciones”, nos dicen. Otras indican que no recuerdan su dirección. Ellas están ahí para insistir o infiltrarse en la lista de damnificados.

Mientras eso sucede, las personas que realmente lo han perdido todo no están recibiendo la ayuda que muchos voluntarios envían y tratan de hacerles llegar, porque no existe control ni supervisión de las autoridades. Esto sucede en al menos cinco puntos de entrega en Chosica y Chaclacayo.

Estas denuncias ya habían llegado días atrás a este Diario, cuando unos afectados aseguraban ver a grupos de falsos damnificados apoderándose de las donaciones. Virgina Bautista, damnificada del pueblo joven Perla del Sol, reafirma las denuncias. “Los carros que vienen con víveres prefieren darles cosas a esos grupitos que se juntan en las calles, pero ellos no son damnificados”, reclama.

INTERCEPTADOS

Más arriba, en el kilómetro 35 está el puente Caracol (Chosica). En esta zona hay unas 70 familias durmiendo en carpas. Ellas denuncian la presencia de otros grupos que llegan desde las zonas de Quirio, Pedregal y San Antonio para interceptar a los camiones que traen donaciones.

A la 1:00 p.m., un auto cargado con ropa llega para entregar lo recolectado. Afuera de una de las carpas permanecen sentadas Rosario, Laura y Nieves. Estas tres mujeres están cuidando que nadie les quite las prendas.

“Aquí ninguna autoridad vigila que toda entrega se dé de forma correcta. Tenemos que hacerlo nosotras”, cuenta Rosario.

Estas guardianas están ahí para evitar que logren su objetivo estos grupos, que no solo se llevan cosas sino impiden que los vehículos sigan subiendo hasta llegar a los demás damnificados.

NADIE SE RESPONSABILIZA

El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional asegura que el responsable de fiscalizar las entregas de donaciones es Defensa Civil. Sin embargo, Mario Casaretto, subgerente de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima, señaló que no existe representante o líder para esta labor.

“Lamentablemente no hay organización y espero que esto nos deje una lección”, dijo. Los agentes de la Región Policial Lima aseveraron que “no hay control ni organización y sobra la corrupción”. Explicaron que durante cuatro días recolectaron y llevaron las donaciones a los lugares más afectados. “Ahí terminó nuestra labor, tampoco nos encargamos de fiscalizar otras reparticiones”, indicaron.

Por su parte, la Contraloría General de la República recomendó a la Presidencia del Consejo de Ministros simplificar el procedimiento para dar donaciones.

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