Galerías de Wilson: el emporio de los software piratas

Hay un lugar en el Cercado de Lima donde la creatividad, la tecnología y el delito se juntan. 

En las alborotadas y caprichosamente diseñadas galerías ubicadas en las cuadras 11, 12 y 13 de la avenida Garcilaso de la Vega, y en las de las vías aledañas, se concentra una de las mayores ofertas de software pirateado de la capital. 

En los exteriores de estas galerías, ‘jaladores’ no paran de ofrecer programas que van desde la última versión de Microsoft Office hasta los videojuegos más demandados. 
“Amigo, aquí también hay bases de datos, se hacen hackeos de correo, Facebook y WhatsApp”, murmuró a mitad de la semana pasada uno de ellos, dando cuenta de que sabe que lo que hace es ilegal. 

“Por recuperar un mes de conversaciones en WhatsApp, el precio es S/.60. El programa para que encuentres todas las conversaciones de tu víctima cuesta S/.10 más”, sentencia el ‘jalador’. Él mismo realiza sus trabajos en un puesto improvisado, debajo de una academia de karate para menores, en la cuadra 12 de la avenida Garcilaso de la Vega.

DESCARGA EL PDF DE UN INFORME REALIZADO POR EL COMERCIO SOBRE LA VENTA DE BASES DE DATOS. MÍRALO AQUÍ

Las penas por la mentira
El reino de lo chueco tiene castigo. En cuanto a las bases de datos ofrecidas –este Diario ya dio cuenta de esta problemática en un informe en enero pasado–, su venta es una violación a la Ley de Protección de Datos Personales, lo que se castiga con multas de entre 0,5 UIT (S/.1.925) y 100 UIT (S/.385.000). 

Según el Código Penal, el tratamiento indebido (copia, tráfico y venta) de las bases de datos se puede castigar hasta con cinco años de prisión. 

El uso ilegal de un software (piratearlo) se castiga con multas de hasta 180 UIT (S/.693.000). Según el Código Penal, eso equivale a una pena privativa de la libertad de hasta ocho años. 

El 25 de octubre, en una operación conjunta de la Dirección de Delitos Intelectuales de la Policía Fiscal y el Ministerio Público, fueron intervenidos solo 15 puestos de la galería Compuplaza, ubicada en la cuadra 12 de Garcilaso de la Vega y que tiene más de 100 puestos. El valor del material pirata incautado ascendió a S/.5,4 millones. Se decomisaron 15 mil unidades de CD piratas. En lo que va del año, lo decomisado en software pirata en el país equivale a S/.15 millones. 

Héctor Figari, director del área legal de Microsoft en el Perú, indicó a El Comercio que la piratería de software es un delito socialmente aceptado en el país, “lo que dificulta su reducción”. 

“Este problema no solo afecta las empresas. Podríamos tener desarrolladores locales si habría menos riesgo de que los programas sean pirateados, pues creatividad hay. El ratio de piratería a escala mundial es de 43%, aquí estamos en 65%, lo que es un nivel altísimo”, manifestó Figari. 

Otros trabajos
En la zona recorrida, El Comercio contabilizó 20 galerías que no solo se dedican a la venta de programas de cómputo. En ellas también hay cabinas donde se hacen diseños gráficos y locales en los que se hacen impresiones de gigantografías. 

En estos centros comerciales aparecen minúsculos e improvisados talleres donde se ensamblan computadoras desde cero y se ‘reviven’ algunas que se daban por malogradas. También rellenan cartuchos de impresoras de todas las marcas.