Pese a que el ministro del Interior, Daniel Urresti, anunció que para la quincena de noviembre no habría ningún ambulante en el emporio comercial de Gamarra, la realidad indica otra cosa. Hoy las calles lucen abarrotadas de comerciantes informales que sumados a los miles de transeúntes hacen imposible caminar por estas vías.
Urresti prometió que un número importante de policías, junto a agentes de Serenazgo de La Victoria, garantizarían la seguridad en estas calles y evitarían la acumulación de bultos y el comercio de ambulantes. Todo ello para evitar que ocurra una tragedia por las fechas navideñas.
No obstante, las calles continúan intransitables y el peligro de una tragedia sigue latente. Los informales permanecen a lo largo de los jirones Gamarra, Bausate y Meza, Humboldt y Antonio Bazo. También se ubican en los alrededores de Parque Cánepa. Ofertan desde prendas hasta alimentos al paso.
El representante de los empresarios de Gamarra, Diógenes Alva, señaló que Urresti se comprometió en octubre pasado con los comerciantes formales a sacar a más de 10 mil ambulantes.
