Por sus bodas de oro como sacerdote, Gastón Garatea abrigaba la esperanza de que, ‘como regalo’, el Arzobispado le otorgara el permiso para hacer misa en Lima, que se le retiró hace cuatro años. Aquel regalo nunca llegó, y el ex comisionado de la CVR celebrará sus 50 años de sacerdote con una misa este sábado 17 de diciembre en La Recoleta, único lugar de Lima donde puede realizarla pues pertenece a su congregación, la de los Sagrados Corazones.
Padre Garatea, ¿cómo se siente un sacerdote que no puede hacer misa? Debe de ser doloroso para usted...
Claro que es doloroso, evidentemente es doloroso. Oye… yo visito muchos enfermos, se me muere el enfermo y yo no puedo hacer misa por él. Tengo que irme a mi convento a celebrar misa por él. Tengo muchos ex alumnos y he enseñado en muchas partes en la vida. Si se quiere casar un ex alumno mío, no lo puedo casar. Ahora me prohíben casar en La Recoleta también.
Hay personas que asocian la inclinación social o las posturas progresistas con una suerte de ‘rojitud’...
Hay una cosa de adentro que es no aceptar el Concilio Vaticano Segundo. En esa época se creía que teníamos que servir a la Iglesia, pero el Vaticano Segundo nos dijo: no, están equivocados. La Iglesia tiene que ayudar al mundo. Entonces, nosotros no tenemos que ser los personajes, no tenemos que ser los poderosos. En la Iglesia, la autoridad es servicio.
No es lo que vemos...
No importa, en esa ola estamos. Hay mucha gente loca como yo que está persiguiendo… El papa, el papa por ejemplo.
¿Qué está persiguiendo gente loca como usted y como el papa?
El cambio del mundo. Queremos cambiar el mundo, pero respetando la dignidad de cada quien: tú eres una persona valiosa y yo no te puedo someter a mis caprichos y mi manera de ser. Esa era una de las fallas de Fidel...
¿Y no ocurre eso también en la Iglesia de nuestro país?
Sí, sí, y en la medida que se alejen de esa Iglesia, mejor. Esa gente se recupera después, cuando tú le muestras que Jesús dijo a la gente quiéranse, ustedes están hechos para quererse, y la manera de quererse es protegerse y cuidarse unos a otros. Pero hemos complicado la religión, la fe. Es un milagro que aún haya creyentes.
Lea la entrevista completa hoy en la revista Somos.
Diego Luna: "No se necesitan superpoderes para cambiar el mundo" ► https://t.co/wdgceFANAz (vía @elcomercio) pic.twitter.com/HPXRbSZLhT
— Revista Somos (@SomosElComercio) 3 de diciembre de 2016