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El hombre que dedica su vida a los ojos no puede leer bien - 2
Redacción EC

El doctor Francisco Loayza tiene a su izquierda una cabeza humana cortada por la mitad donde se muestran los nervios ópticos llegando hasta el centro del cerebro; y a la derecha, uno de los tomos de un atlas de anatomía ocular que ha escrito. Ambas cosas son motivo de orgullo para él, fruto del esfuerzo, dice.

El hombre abre el libro y busca una imagen acompañada por un texto, la encuentra, no la lee: no puede. Tiene que pararse a buscar sus lentes. Toda la ironía de la vida se resume en ese gesto, pero él solo dice: “A partir de cierta edad la vista se pierde, eso es inevitable”.

El doctor Loayza sabe de lo que habla. En el Perú pocas personas conocen tanto de los ojos como él. Este oftalmólogo de profesión ha dedicado la mitad de sus 77 años al estudio sobre la anatomía de los ojos. Decidió internarse en ese campo y ahora es profesor de Anatomía Ocular en el Instituto Nacional de Oftalmología (INO), curso que él creó.

El laboratorio de anatomía ocular del INO es único en el país, tiene ya 19 años y está a cargo de Loayza, su fundador. La oficina es pequeña y queda en un segundo piso al que se llega por unas escaleras en espiral, luego de atravesar todo el instituto rumbo al parqueo posterior.

Dentro, el doctor guarda cientos de ojos en frascos. Algunos humanos, pero la mayoría son de cerdo. “Son un 90% iguales a los de las personas y mucho más fáciles de conseguir”, asegura.  Los alumnos de las universidades San Marcos, , Ricardo Palma y llegan a su laboratorio a abrir los ojos, tocarlos, verlos, conocerlos. “Un oftalmólogo que opera sin conocer la anatomía de un ojo, es un ciego”, añade Loayza, sobre la justificación de su trabajo y de paso inventa una frase llena de contrastes.

(Foto: Rolly Reyna / El Comercio)

Para él, ese trabajo y estudio es importante porque puede permitir tener mejores oftalmólogos. Loayza continúa más allá de esa obviedad: conocer más sobre los ojos, de qué están formados y cómo funcionan, permitiría mejorar la educación en los casos de menores que no ven bien y, por lo tanto, no comprendan lo que se les imparte en clase. 

Este no es un tema ajeno al , que como parte de su estrategia sanitaria, contempla visitas a colegios públicos  para medirles la vista a los alumnos. Este año se ha visitado a más de un millón de niños, informan desde la oficina de Imagen de ese ministerio. En este tema, el Ministerio de Educación deja todo en manos del sector Salud.

¿Qué nos maravilla de los ojos? Seres divinos y atroces están relacionados a la abundancia  o ausencia de estos, como los querubines descritos en la Biblia o las bestias imposibles de Arabia, Persia o Grecia. 

Al doctor Loayza la metafísica de la visión no lo cautiva, sino el funcionamiento del ojo como una extensión del cerebro. Ver cada parte del sistema, comprender su ubicación y relación con las demás. “Aún hay muchos misterios. Eso me hace seguir. No sé si alguna vez logremos entenderlos todos”, dice. Los ojos, pequeños, los entrecierra al terminar la oración. Casi como si quisiera ver algo más.

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