En lo que va del 2023, el fuerte aumento de los casos y decesos por dengue en el país ha marcado nuevos picos respecto a años anteriores, pero también evidencia que la enfermedad viene ocasionando un mayor impacto a escala local que en otras naciones de Sudamérica.
A la fecha, el Perú ocupa el tercer lugar en incidencia de dengue (casos por cada 100 mil habitantes), luego de Brasil y Paraguay; así como el segundo en muertes asociadas a la enfermedad, luego de Brasil. Sin embargo, tiene la letalidad más alta de la región por este mal (muertes entre casos totales).
A nivel agregado, en Sudamérica los contagios superan los 1,9 millones (mayor en más de 150% respecto al mismo lapso del 2023), mientras que los decesos subieron a 428, según cifras preliminares de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Ambos indicadores también exceden los niveles alcanzados en El Niño del 2016 y son los más altos de la última década.
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Impacto
¿Por qué la enfermedad golpea más al Perú que al promedio de la región? Carlos Medina, médico infectólogo de la UPCH, resalta que solo en el 2023 el Perú tuvo su mayor brote de dengue en la historia; pero desde mediados del 2022 ya se observaba un aumento sostenido.
“Somos muy reactivos ante los brotes de enfermedades, tenemos poca prevención. Los casos están muy por encima de lo esperado, los centros de salud están colapsados, nuestra letalidad duplica la meta para las Américas (de máximo 5 muertes por 10 mil casos) y aumentaría a medida que se alcanza el pico máximo, que suele darse entre las semanas epidemiológicas 17 y 20 [estamos en la 11]”, explica.
Medina resalta la falta de preparación del sistema de salud y la carencia de servicios básicos que contribuyen con la expansión de la enfermedad. “Brasil tiene una gran cantidad de casos, pero su sistema no colapsa como el nuestro. El impacto del cambio climático aumenta cada año, las temperaturas son más altas”, añade.
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Estrategia
¿Cómo bajar la curva ascendente de contagios? Para Juan Carlos Celis, expresidente de la Sociedad Peruana de Enfermedades Infecciosas y Tropicales, en el momento actual del brote las medidas deben estar enfocadas íntegramente en reforzar el primer nivel de atención y hospitales, antes que en la fumigación masiva que viene adoptando el Minsa.
“El 80% de las muertes por dengue son prevenibles si hay dónde atender al paciente que requiere hospitalización. Hay un grupo pequeño de los contagiados que requerirá supervisión médica, especialmente en la fase crítica que se da entre el día cuatro y cinco de la enfermedad. En ningún libro dice que fumigar controle una epidemia, es probable que ahí se desperdicie dinero”, opina.
