INPE: la mayoría de reos proviene de SJL, Callao y Comas

Un informe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) resalta la procedencia de los más de 27.000 internos que albergan los penales de Lima. Para los expertos en temas de criminalidad consultados por este Diario, las cifras muestran un claro desinterés del gobierno por cómo se vive en los penales, además de las pocas o casi nulas políticas que tienen los alcaldes para quienes hoy purgan condena, pero que mañana podrían retornar a sus barrios. 

Julio Magán Zevallos, presidente del INPE, explicó a El Comercio que el informe “Situación actual del sistema penitenciario” se expuso ante los burgomaestres de diversos distritos de la capital a fin de complementar el proceso de reinserción de los reos. Según cifras del INPE, el grueso de la población penitenciara proviene de la zona este de Lima, seguida por el norte. Así, tenemos que 3.468 presos en Lima vienen de San Juan de Lurigacho, 2.683 del Callao y 1.596 de Comas.

César Bazán Seminario, experto en temas de seguridad del Instituto de Defensa Legal (IDL), precisa que es lógico que San Juan de Lurigancho tenga el mayor número de internos en las cárceles por ser el distrito más poblado. Pero este mismo razonamiento no explica el segundo lugar del Cercado del Callao, pues es un distrito pequeño, lo que hace ver que el clima de violencia está bastante extendido en esa jurisdicción. En ambos lugares, se demostró que operan grandes bandas criminales. 

Para Bazán Seminario, lo más importante es tener en cuenta que cuando los reclusos salgan, regresarán a sus barrios, donde están sus amigos y contactos. Por ello, es fundamental que los alcaldes se preocupen por esa población penitenciaria con proyectos de reinserción y rehabilitación. 

—Mecanismos nulos—
Tras revisar las cifras que revelan la procedencia de los internos en Lima, el psicólogo forense Gabriel Calderón Chuquitaype sostiene que los números presentados no deben denigrar a los distritos, sino llamar la atención de las autoridades. “La estigmatización es innecesaria pero [la data] sí debe ser un elemento indicador para que las autoridades se cuestionen sobre lo que está pasando en sus jurisdicciones”, dice. 

Sin embargo, el especialista cree que uno de los mayores problemas que coexiste con la criminalidad son los pocos mecanismos de inclusión que se han generado para desalentar a las personas a que opten por estrategias ilegales para sobrevivir. 

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