Investigan a 200 colegios privados por operar sin autorización
Investigan a 200 colegios privados por operar sin autorización
Martín Acosta González

Todos los padres quieren que sus hijos reciban la mejor educación posible. La deficiencia en la calidad de las escuelas públicas los lleva a matricularlos en colegios privados.

Sin embargo, en Lima varios de estos colegios funcionan a pesar de no ser reconocidos por el Ministerio de Educación (Minedu). Es decir, en papeles estas escuelas no existen y tampoco la educación de los niños que ahí reciben. Otros colegios funcionan de manera improvisada, con una serie de deficiencias de infraestructura y pedagógicas. En ambos casos, se genera un impacto irreversible en el desarrollo educativo de los niños.   

COLEGIOS CASCARÓN

Hay aproximadamente 200 colegios investigados por operar presuntamente sin tener código de autorización. La Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (Drelm) del Minedu es la entidad a cargo de la investigación y fiscalización. A estos 200 colegios se suman otros que el Minedu todavía no ha podido identificar. Padres de familia han tomado la iniciativa de denunciar este tipo de colegios ante el Indecopi, dos de ellos fueron cerrados el año pasado gracias a estas denuncias. En lo que va del año, 16 colegios han sido denunciados ante este organismo.

Los colegios, llamados cascarón utilizan la modalidad del ruleteo: un colegio que sí está autorizado presta su código modular a otro que no lo está. Los padres solo se enteran al momento de retirar a sus hijos de este colegio y descubren que el certificado está a nombre de otra escuela. Esto es una estafa, ya que los padres pagan por el colegio que ellos escogen y sus hijos obtienen el certificado de otro.

“Cada local tiene un código modular y la normatividad prohíbe la posibilidad de crear colegios por redes. No es legal que un colegio funcione con un código modular que no tenga su nombre y dirección”, señala la jefa de la Drelm, Flor Pablo Medina. “Incluso, en algunas páginas web se pueden ver anuncios en los que se ofrecen en alquiler y venta los códigos modulares”, sostiene.

Un alumno de un colegio que carece de código modular no existe ante el Minedu. Es un fantasma en el sistema educativo. No podrá obtener un certificado y, en definitiva, habrá perdido valiosos años de estudio.

COLEGIOS IMPROVISADOS

Hay otros colegios que, a pesar de operar con código de autorización, presentan una serie de deficiencias. Entre otras cosas, operan en casas y hasta en locales que antes funcionaban como hoteles. Improvisan salones en donde antes había habitaciones y patios donde en el pasado funcionaban recepciones. Son espacios que no son adecuados para el proceso educativo y que ponen en riesgo de accidentes a los estudiantes.

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