En Lima existen, al menos, ocho empresas que operan como intermediarias entre pasajeros y taxistas a través de aplicaciones para teléfonos móviles. Cinco de ellas hoy son investigadas en Indecopi por –presuntamente– haber cometido infracciones en materia de competencia desleal y publicidad engañosa.
Fuentes de Indecopi indicaron a El Comercio que, desde fines del año pasado, la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal Nº 1 ha iniciado procedimientos administrativos sancionadores de oficio a cada una de estas empresas que operan en nuestra capital. Al tratarse de casos reservados, no revelaron las razones sociales de las compañías investigadas.
En términos de competencia desleal, Indecopi sostiene que estas empresas habrían violado las normas del mercado al prestar el servicio de taxi sin contar con la autorización de la Gerencia de Transporte Urbano de la Municipalidad de Lima.
En cuestión de publicidad engañosa, las firmas incurrirían en ello al difundir anuncios que dan a entender erróneamente a los consumidores que son empresas prestadoras del servicio de taxi. En realidad, solo se dedican a facilitar el contacto entre los clientes y los taxistas.
“[Estos procedimientos] se encuentran pendientes de resolución por parte de la referida comisión, por lo que todavía no se puede afirmar que se hayan cometido las infracciones imputadas”, precisaron voceros de Indecopi.
SEGURIDAD DURANTE EL VIAJE
Indecopi no ha detallado si la investigación por publicidad engañosa incluye el hecho de que estas empresas se promocionan como seguras, a pesar de que no asumen la responsabilidad sobre las eventuales vulneraciones a la seguridad de sus usuarios. Esto se debe a que no son las que ofrecen directamente el servicio, sino solo son intermediarias.
Cada vez que el usuario solicita un taxi a través de un aplicativo móvil, la seguridad durante el viaje depende únicamente del conductor; es decir, de la persona que brinda finalmente el servicio de transporte. En ningún caso, la empresa intermediaria se hace responsable de perjuicio alguno. Así lo comprobó El Comercio tras revisar los términos y condiciones de las ocho compañías que ofrecen sus aplicaciones para pedir un taxi en Lima.
Nory Rodríguez, country manager de Taxibeat, indicó a este Diario que la firma reduce riesgos para la seguridad de sus usuarios con los filtros que usa para reclutar a los choferes. Agregó que su aplicación ofrece un sistema único de calificaciones para que el usuario escoja al conductor según su reputación.
En tanto, Catalina Ochoa, gerenta general de Uber Lima, señaló que uno de los principales filtros de su firma para reclutar conductores es la prueba psicológica Midot, que evalúa el riesgo de que los empleados cometan algún delito. Precisó que el 35% de postulantes limeños no pasa la prueba.“Es un error pensar que no nos hacemos responsables de la seguridad. Lima jamás soñó tener un servicio con tantos requisitos para tener viajes confiables”,dijo Ochoa.
RECLAMOS DE USUARIOS
Si la empresa promete un transporte seguro o choferes calificados, el usuario puede reclamar ante Indecopi si acredita que esa promesa no fue cumplida. Según la ley peruana, lo que una empresa ofrece mediante publicidad es exigible aun si no está incluido en sus términos y condiciones, explicó Miguel Morachimo, director de la ONG Hiperderecho.
Para el experto en derecho informático, Erick Iriarte, no se debería elaborar una regulación específica para las aplicaciones. “La ley vigente ya protege al consumidor. Los usuarios hoy pueden reclamar si prueban una deficiencia en los filtros de seguridad que usan estas firmas al reclutar choferes”, agregó.