James Lovell, el astronauta que vivió la “Crisis del Apolo 13”, llega a Lima un 26 de noviembre de 1975. Lo trajo a estas tierras una misión humanitaria, organizada por el Grupo Acuario, dirigida a apoyar a los niños con parálisis cerebral y mongolismo.
Interrogado por la prensa reveló que traía una sorpresa. ¿Qué es?, preguntaron los periodistas. “Ya lo verán”, contestó el hombre que en el Apolo 8 orbitó la Luna por primera vez.
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