La maternidad subrogada es una práctica que plantea debates éticos, religiosos, psicológicos, biológicos y, por supuesto, jurídicos. Y la legislación en nuestro país agudiza aun más la situación.
Para el doctor Fabricio Vizcarra, presidente de la Sociedad Peruana de Fertilidad, “mientras no haya una legislación clara se seguirán cometiendo delitos y abusos”.
El especialista agrega que el tema no pasa por prohibir la maternidad subrogada, pues ello no garantiza que se deje de realizar. Por el contrario, elevaría los costos.
La experta en derecho de familia Violeta Bermúdez opina que “las leyes deben alentar a que más parejas puedan acceder al sueño de ser padres, pero en un marco que las proteja y brinde seguridad a todos”.
En el 2012, la Corte Suprema resolvió el primer caso de vientre de alquiler en el Perú y le dio la razón a una pareja que acordó con otra una fecundación asistida y una posterior adopción a cambio de dinero, a pesar de que los padres biológicos se arrepintieron.
En una columna de El Comercio, la experta en bioética jurídica Paula Siverino cuestionó la sentencia. “Es llamativo que se condene moralmente a quien recibió dinero por una gestación, pero se considere que quienes ofrecieron dinero por ella están amparados en los legítimos deseos de ser padres”.
EN SUDAMÉRICA
Solo en Brasil se permiten estas prácticas siempre que la madre sustituta sea un familiar y que el acuerdo se concrete de forma altruista. Los demás países no contienen en su legislación ninguna prohibición expresa a estos tratamientos de reproducción asistida.