Nuestra capital podría tener un sistema de transporte óptimo y un adecuado reordenamiento en las próximas dos décadas. La Municipalidad de Lima presentó ayer el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano para Lima y Callao (PLAM), que contiene una cartera de 200 proyectos para el mejoramiento de infraestructura urbana, equipamientos, espacio público y vivienda en la ciudad hacia el 2035.
En conferencia de prensa, la alcaldesa Susana Villarán explicó que el PLAM fue trabajado por un equipo de profesionales (arquitectos, urbanistas, ingenieros y economistas) en los últimos 16 meses y que beneficiará a los 13 millones de habitantes que tendría Lima dentro de 21 años.
“La capital tiene la oportunidad de mirar el futuro con optimismo como una ciudad moderna y sostenible. Este documento es el instrumento para crecer de manera ordenada y fomentará una inversión público privada de más de 80 mil millones de dólares en proyectos”, precisó la burgomaestre.
Camino a la descentralización
Un eje estructural del PLAM es la propuesta de cuatro núcleos urbanos (denominados centralidades) en diferentes zonas de Lima para promover el desarrollo de la ciudad de manera descentralizada. Estos estarían en Lurín, Villa El Salvador, el límite entre El Agustino y San Juan de Lurigancho, y Ancón.
José García Calderón, coordinador técnico del PLAM, indicó a El Comercio que el objetivo es aplicar en las áreas periféricas de la ciudad las opciones de desarrollo urbano y económico que tienen sitios tradicionales como Miraflores, el Centro Histórico o La Molina.
“Ahora los focos de desarrollo urbano tradicionales representan únicamente a un tercio de la población de Lima. La idea es que en el futuro se puedan ubicar estos núcleos en sitios que hoy son menos privilegiados y se transformen en zonas turísticas, culturales y comerciales”, agregó García Calderón.
El arquitecto y urbanista Jerry Ccanto, otro colaborador del PLAM, explicó que, aparte de los cuatro núcleos propuestos, hoy se pueden identificar 56 centralidades en toda Lima, las cuales se pueden clasificar, según su rol estructurante en la ciudad, como metropolitanas e interdistritales.
“El PLAM también contempla el refuerzo de los focos de desarrollo de gran envergadura que existen en lugares como Gamarra, Atocongo, Plaza San Miguel, Plaza Lima Norte (Independencia), así como los de influencia más local como el cuartel San Martín (Miraflores) o Lince”, precisó Ccanto.
Un transporte integrado
Otro aspecto importante dentro del PLAM es la integración total de ocho ejes estratégicos de transporte hacia el 2035, entre los que destacan los corredores complementarios (Tacna-Garcilaso-Arequipa, Javier Prado-La Marina-Faucett, San Juan de Lurigancho-Brasil, Carretera Central, Panamericana Sur-Norte) y los tramos proyectados del metro de Lima.
Para el experto en planeamiento de transporte Félix Cabrera Vega, es fundamental que el sistema de movilidad urbana esté articulado e integrado para que la población se transporte de un punto a otro con la menor cantidad posible de viajes.
Sobre la ampliación de rutas de transporte hacia zonas periféricas como Ancón y Punta Hermosa como plantea el PLAM, Cabrera dice que generaría que los residentes locales tengan que trasladarse durante más tiempo hacia el centro de la ciudad. “No se puede pensar en integrar el transporte si no se ha contemplado el desarrollo urbano en esas zonas”, agregó.