La zona de El Golf en San Isidro es una de las más exclusivas de Lima. Sin embargo, en cualquier otra ciudad de Sudamérica su calidad urbanística sería considerada deficiente.
“Sus edificios altos, pegaditos, con muros ciegos, huecos de luz y con pequeñas áreas verdes de usos compartidos serían mal vistos en Santiago o Sao Paulo”, señala José García Calderón, coordinador técnico del Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima y Callao (PLAM 2035).
Tres kilómetros al norte de El Golf vive Renzo Grados, un vecino de Breña, que ha visto cómo su distrito se ha llenado de edificios altos al lado de viviendas de dos pisos. El patio de su casa, ubicada en el Jr. Jorge Chávez, está frente a una construcción de 12 pisos. “He perdido iluminación. Estoy cercado de muros altos, es como si estuviera encarcelado”, dice.
El crecimiento desordenado de los últimos años se ha caracterizado por la falta de planificación y fiscalización municipal. Esto ha propiciado un desarrollo urbanístico precario y una ciudad llena de contrastes, con construcciones que no respetan los parámetros y con una expansión horizontal preocupante acompañada por servicios deficientes. Se suman las pocas áreas verdes e industrias rodeadas por barrios residenciales. El diagnóstico se completa con un déficit de 431 mil viviendas en Lima y Callao, según el PLAM. De ellas, la mayoría, es decir, 385.411, están en la capital.
Lima tiene 86 mil hectáreas de área urbana y solo 2.700 hectáreas para el desarrollo industrial. Sin embargo, muchas de estas se terminan mezclando, lo cual genera otros grandes problemas para la ciudad: tráfico pesado en zonas residenciales, contaminación, ruidos molestos. Un ejemplo de ello son la Av. Argentina (Cercado), Nicolás Ayllón, Separadora Industrial (Ate), etc.
La Municipalidad de Lima se encarga de la zonificación y de aprobar cualquier cambio de categoría solicitado por un municipio distrital. El desorden urbanístico puede entenderse en los 54 tipos de zonificación (incluidas en cuatro áreas de tratamiento normativo) que existen.
El Comercio intentó comunicarse con la Gerencia de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Lima para que explique detalles de este proceso, pero su área de prensa no nos respondió. “Ese desorden ha convertido a Lima en un monstruo que hay que atender con costos que superan entre seis y siete veces su planificación original”, señala Luis Tagle Pizarro, director nacional de urbanismo del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento.
La zonificación no solo está desactualizada, también refleja el desarrollo improvisado de la ciudad. “Nos hemos quedado en los años 70. Cuando Lima no llegaba más allá del Rímac y La Victoria”, opina Erick Reyes, vicepresidente de la Sociedad de Urbanistas del Perú. Hoy ya no se puede crecer mucho más [apenas unas 15 mil hectáreas]. Por ello, se busca una urbe más densa y compacta, de crecimiento vertical, con multifamiliares que incluyan mucha área verde y espacios comunes.
Tagle Pizarro señala que “Lima no puede darse el lujo de tener casas grandes, por ello la apuesta es por edificios. En otras ciudades del mundo los departamentos son de 24 y 30 m2, donde se tiene el mínimo óptimo y todos los servicios te los brinda la ciudad”.
Para el urbanista Fernando Correa, “un modelo de ciudad como este permitirá que entre más personas se puedan pagar las necesidades mínimas como agua, desagüe, alumbrado, recojo de basura, movilidad y arbitrios”. Para ello, considera, no se debe ceder ante la presión de las empresas e inmobiliarias.
El PLAM recomienda una ciudad con zonas urbanas de usos compatibles [residencia, servicio, comercio] que reducirán los distritos-dormitorio. También la creación de polos industriales en Ancón y Lurín.
Lima cuenta con 3.207 hectáreas de áreas verdes públicas zonificadas. De ellas, 244 hectáreas corresponden a 15 parques zonales y metropolitanos, y al Parque de las Leyendas.
Según Anna Zucchetti, presidenta del directorio del Servicio de Parques (Serpar), 20 de los 43 distritos de Lima tienen menos de 3,7 m2 de área verde por habitante y 2 de ellos tienen menos de 1 m2/hab. Este es el caso de Pachacámac y Breña (0,7 m2/hab). Además, solo 8 distritos superan los 10 m2/hab. Tres de ellos son balnearios con baja densidad poblacional.
Los demás son San Isidro, Miraflores, San Borja, La Molina y San Miguel.
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