Hoy solo queda la sombra de lo que alguna vez fue un lugar emblemático para comprar flores. El mercado Santa Rosa del Rímac, se incendió la madrugada del lunes 16 de enero y el paso del fuego desintegró los160 puestos de venta. Cientas de personas ahora buscan cómo empezar desde cero. Actualmente están a la espera que se culminen las investigaciones y el lugar sea despejado para volver. No obstante, las historias detrás de las vendedoras que resisten ante la desgracia del incendio, son de puro amor y pasión por su arte floral.
Lee también: Adultos y niños dormían dentro del mercado de flores: todo lo que sabemos sobre el dramático incendio en el Rímac
Una de las puertas del mercado está abierta y protegida con varias cintas policiales, tras ellas yacen varias rosas carbonizadas, pedazos de calamina y el esqueleto metálico de un colchón. Delante de ese espacio, posa Luisa Macavilca de 61 años, más conocida como Lucha por sus clientes y compañeros del mercado. El incendió la hizo perder todo, exactamente los 30 años de su vida que le tomó construir su puesto. .
Continúa de pie y expectante ante el qué pasará. Sabe que debe esperar que terminen las pericias como parte de la investigación de la causa de la emergencia. También sabe que sus clientes van a esperar a que se reponga. A pesar de todo, está resiliente.
“Mis pérdidas son de más de S/ 40.000. Si fuéramos a ver mi puesto, verían que no quedó nada...absolutamente nada. Como dicen mis clientes, lo único que tengo es a ellos. ‘Te vamos a apoyar a continuar’, me comentan”, declaró Lucha.
Lee también: “Líderes de oposición tienen la obligación y el deber de llamar a la calma y a la paz”
Sus expectativas son claras y espera que se logren a corto plazo: que se limpien los escombros y poder trabajar para la campaña del día de los enamorados.
“Pido al público que nos apoye con la difusión. Nosotros vamos a trabajar, tenemos ganas de seguir sirviendo y entregando nuestro arte, que es lo mejor que proyectamos en los arreglos florales de las bodas, procesiones, de regalo”, dijo esperanzada.
Rosario Morales Aguilar, de 32 años, lamenta el incendio. Sus pérdidas ascienden a S/ 50.000 y a pesar que la suma de dinero es alta, no pierde las ganas de empezar de cero. “Mientras tengamos salud y fuerza, mis compañeros y yo vamos a salir adelante”, comenta mirando los alrededores del mercado que aún tienen rastros de lo que fue el incendio que consumió todo lo que construyó.
Lee también: Presidente del TC: Dina Boluarte tiene un mandato constitucional, debemos aprender a respetar los periodos
Morales reconoce que “felizmente” no hubo personas fallecidas. Detenerse no es una opción para ella, resalta que con el apoyo de su esposo e hijas podrá resurgir en eso que tanto le apasiona hacer, el arte con las flores.
“Mi papá toda la vida ha trabajado como florista, ahora ya tiene 70 años y lamentablemente hemos perdido todo”, cuenta Adehaide Torrejón de 31 años. Ella trabajaba junto a su familia en el mercado Santa Rosa. Toda su vida estuvo rodeada por flores, pero por el momento solo le toca observar el negro de los escombros. Busca resurgir entre tanto mal vivido y espera, fielmente, la llegada de varios clientes para las próximas campañas.
Si se desea apoyar a las floristas, floricultores y comerciantes que se han visto afectados con las destrucción que generó el incendio, días previos y el mismo 14 de febrero podrán acercarse a la misma ubicación de siempre para adquirir arreglos florales. Actualmente la Municipalidad Metropolitana de Lima, la Municipalidad del Rímac y la Policía Nacional del Perú se encuentran realizando diligencias para que los vendedores puedan retomar sus labores en el sector.