La mágica experiencia de ver cine con los ojos del alma
Luis Silva Nole

Estimado lector, por favor, cierre los ojos y haga que alguien le lea el siguiente entrecomillado: “Dentro de la mansión, Chris baja una escalera, vestido con un traje oscuro, observando aquí y allá. En las paredes hay colgados grandes cuadros y diplomas. Chris llega a un pasillo y entra en una sala de estar de estilo clásico con lámparas de pie, sofás y sillones. Las paredes son estanterías de madera repletas de libros antiguos. Él se detiene en medio de la estancia, observando lo que le rodea. Se da la vuelta, sale y se dirige a otra escalera. Se detiene ante una habitación, mira y entra. Una pelota de pimpón va de lado a lado, toca la red y rebota. Un hombre medio calvo, de unos 30 años, deja la paleta y se va”.

Seguramente usted visualizó en su mente lo narrado por la voz amiga. Es una escena de la película (Reino Unido, 2005), dirigida por , en la que los protagonistas, Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) y Nola Rice (), se conocen, segundos antes de que ella diga: “Bien, ¿quién es mi próxima víctima?”. Entonces ninguno de los dos personajes auguraba que estaban a punto de iniciar un romance clandestino que acabaría en tragedia.

Pues bien, lo que le leyeron, estimado lector, se llama audiodescripción, una técnica que se usa en el cine para personas con discapacidad visual. Hace una semana, en la misma escena descrita, personas con ceguera o baja visión que acudieron al auditorio del Centro Cultural Ricardo Palma, en , para disfrutar de “Match point”, elaboraron en sus mentes imágenes muy parecidas a las que usted construyó al oír aquel específico relato.

A lo largo de los 120 minutos que duró la proyección, como en la novela “Crimen y castigo”, de Fedor Dostoievski, las descripciones de lugares, gestos, vestidos, situaciones y climas, fueron la constante para las personas con discapacidad visual. Se trató de una de las fechas del programa gratuito de cine inclusivo que desde el año pasado lleva adelante la Municipalidad de Miraflores, dirigido a personas con problemas de visión y al público en general. Las funciones son los últimos lunes de cada mes, desde las 4 p.m., siempre en el auditorio de la cuadra 7 de la Av. Larco. Las personas invidentes suelen acudir en grupo.

UNA LUZ
Fue en setiembre del 2000 cuando Consuelo Yupanqui Díaz, de 51 años y bachiller en Psicología, se sumió en la penumbra total. Su presión ocular subió tanto que le negó para siempre la vista en los ojos.

El hecho de no poder ver la luz de cada día no le ha impedido buscar la felicidad. Y en esa búsqueda se encontraba el día de la función. “Siempre me ha gustado el cine. Ahora, si no fuera por la audiodescripción, no podría ubicarme en la película, concentrarme y comprender la trama”, dijo Consuelo a El Comercio al final de la función.

“Es igual a cuando escucho una narración de fútbol por la radio. Nos describen las escenas al detalle”, refiere el sociólogo Luis Hernández Patiño, de 58 años y ciego de nacimiento.

Para el psicólogo clínico Víctor Checa Calderón, además de favorecer la socialización, la audiodescripción en el cine aumenta la sensación de autonomía y autoestima en las personas con discapacidad visual.

Con el mismo sistema, este 28 se exhibirá “La dama de hierro” (Reino Unido, 2011); el 26 de octubre, “Lo imposible” (España, 2012); y el 30 de noviembre, “El niño” (España, 2014).

“La municipalidad ha adquirido en España un lote de películas con audiodescripción. Lastimosamente en el mercado limeño solo se hallan algunos DVD con audiodescripción, pero en inglés. Con este ciclo de cine fomentamos la inclusión de las personas ciegas y de baja visión”, explica Carlos Contreras, gerente de Desarrollo Humano de la comuna miraflorina.

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