Manuel Burga: ¿En qué consiste defensa ante Fiscalía de EE.UU.?

Manuel Burga está recluido en el penal Ancón 2. La fiscalía de EE.UU tiene todavía un plazo de 54 días para pedir su extradición por el FIFAgate. Y si bien, entre otros cargos, se le acusa por haber recibido sobornos de la empresa Datisa cuando se pagaron a Conmebol los derechos de TV de la Copa América 2016, el ex presidente de la FPF niega todo. “Nunca recibí sobornos o coimas, solo cobré dinero para la FPF, que está todo bancarizado”. El jueves pasado, en breve comunicación telefónica con El Comercio –no acepta entrevistas presenciales con el diario desde el 2005-, añadió: “acepté un acuerdo por unanimidad, como toda la Conmebol, pero eso solo me genera participación, no culpabilidad”.
 
Bonos vs. soborno
 
El punto es que lo que para  Manuel Burga son “bonos” para la fiscalía de EE.UU son sobornos. No se trata, desde luego, de una diferencia menor. Que sobre contratos oficiales existan montos complementarios es, aparentemente, común en el mundo FIFA desde 1991, pero no en el resto del planeta de los mortales que ve esos estilos como delictivos. Fuentes cercanas al directivo afirman que el doctor no piensa admitir ninguna culpa, “porque no siente que esté en falta” (sic). Otros directivos de Sudamérica como el colombiano Luis Bedoya y el chileno Sergio Jadue, que inicialmente no aceptaron recibir sobornos de Datisa, terminaron transando su pena con la fiscalía de EE.UU. Sobre los cargos locales, como aquel del lavado de activos en el tema de la escuela Huapaya, Burga añadió: “me investigan desde el 2008 y no hay nada, este es otro tema”. En ese sentido, solo si en la auditoria que hace Edwin Oviedo en la FPF saltan temas de malos manejos, ese proceso local cobrará nueva y real gravedad.
 
El ex directivo de la FPF es acusado por cinco de los 92 cargos presentados por la fiscalía estadounidense: (1) conspiración de crimen organizado, por pertenecer a una confederación considerada empresa criminal (Confederación Sudamericana de Fútbol o Conmebol); (2) conspiración de fraude electrónico y (3) lavado de dinero en el caso Copa Libertadores, por una repartición de sobornos de T&C Sports Marketing; y (4) conspiración de fraude electrónico y (5) lavado de dinero en el caso Copa América Centenario, por una repartición de sobornos de Datisa –empresa que se hizo con los derechos de trasmisión de la Copa América Centenario 2016– para los presidentes de la Conmebol.

El pacto Datisa

La Conmebol acordó con Datisa (empresa formada por T&C, Traffic y Full Play) la venta de los derechos de márketing de las siguientes cuatro copas América y un ‘bono’ de US$100 millones para ser repartidos entre los 10 presidentes de la Conmebol. Manuel Burga fue uno de los que firmó ese contrato, el 25 de mayo del 2013 en Londres. Si es extraditado a EE.UU., Burga podría recibir una pena no mayor a 20 años de prisión.

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