Solo en el primer trimestre de este año, en las vías de Lima Metropolitana se han registrado 96 siniestros con víctimas fatales. En otras palabras, más de una persona muere cada día a causa de un accidente de este tipo.
La mayoría de fallecidos fueron peatones (45,8%) y motociclistas (28,1%), precisamente las personas más vulnerables frente a un impacto violento.
Además, los siniestros más frecuentes fueron atropellos (42,7%) y choques (38,5%); es decir, el 81,2% del total. Esta es una tendencia que se mantiene en los últimos cinco años, por lo menos, según información de la Policía Nacional que obtuvo El Comercio.
“Algunos conductores no tienen en cuenta que conducir un vehículo es un privilegio. Y muchas personas creen que para conducir solo hace falta estudiar para un examen y ahí termina todo. Hay mucha negligencia y la evidencia lo demuestra”, cuestiona el coronel Jesús Montesinos, jefe de la División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito, de la policía.
El ingeniero de tránsito David Fairlie, consultor de la asociación Cruzada Vial, afirma que en el país hay un problema estructural: la condición y el diseño de las vías. “Al ver que el diseño vial no les ayuda ni funciona, muchos conductores crean sus propias normas y formas. Y al hacerlo, frecuentemente se genera una situación peligrosa”, argumenta.
Causas recurrentes
La “imprudencia temeraria” de los conductores de vehículos motorizados es la principal causa de los accidentes de tránsito fatales en la capital, según estadísticas de la PNP para el período 2018-2022.
En el 2018, el 42,6% (199 de 467) de siniestros fatales en las vías de Lima se debió a la mencionada razón, mientras que el año siguiente la cifra fue de 36% (160 de 444).
Durante el aislamiento social obligatorio a causa del COVID–19, la tendencia tuvo una ligera variación: en el 2020, la imprudencia de los conductores fue la razón del 36,4% (113 de 310) de accidentes fatales y en el 2021 fue de 24,2% (86 de 355).
Con la información disponible a la fecha, se ha determinado que el año pasado el 21,2% (89 de 418) de siniestros con víctimas mortales se debió al motivo mencionado previamente. Sin embargo, estos números podrían variar, debido a que hay casos pendientes de resolución.
La imprudencia de los peatones, el exceso de velocidad, así como la ebriedad de conductores y peatones son otras de las principales razones de las muertes en las vías de la ciudad.
Alfonso Flórez Mazzini, gerente general de la fundación Transitemos, señala que deben elevarse los requisitos para obtener una licencia de conducir. “Se está confundiendo la simplificación administrativa con bajar la valla de exigencia”, opinó.
Flórez Mazzini comenta que la falta de educación vial y las sanciones poco efectivas han llevado a que el tránsito de la ciudad –y del país– esté en la situación que atraviesa actualmente.
“Si no hay educación vial y no se sanciona adecuadamente a los infractores, cada uno crea sus propias reglas de tránsito. Eso es lo que vemos todos los días. Y si además tenemos una ciudad mal diseñada, ¿qué normas vamos a exigir que se cumplan?”, asevera.
Es importante señalar que la mayoría de accidentes fatales ocurre en vías rápidas y de mucho tránsito, por ejemplo, la Panamericana Sur y Norte, la vía de Evitamiento y las avenidas Túpac Amaru y Universitaria.
Según Fairlie, estas vías, que además dividen la ciudad, tienen paraderos de buses, pero puentes peatonales muy separados entre sí. “Los peatones deben subir el equivalente a tres pisos, muchas veces con niños, coches o bultos, y tienen el apuro de tomar a tiempo el micro”, comenta. Como es evidente, esto pone en riesgo a muchos ciudadanos cada día.