Redacción EC

Cercanas las fiestas de fin de año, el riesgo en las inmediaciones del Mercado Central y se incrementa. Cientos de personas llegan allí a diario para realizar compras, en medio de estibadores y comerciantes que no respetan las disposiciones municipales y una clamorosa falta de control.

Imágenes captadas con una cámara oculta de Canal N evidenciaron, por ejemplo, que en una galería del jirón Andahuaylas – en el - una fila de vendedores obstruye el acceso y la salida.

Según se aprecia, el tránsito de los compradores dentro del local es casi imposible debido a que los pasillos están bloqueados por mercadería y vendedores que circulan, a duras penas, cargando enormes paquetes.

Los vigilantes en la galería solo están atentos ante la presencia de ladrones. Sin embargo, no evitan el ingreso de más clientes cuando es evidente que la cantidad de compradores dentro ya sobrepasó el aforo permitido por .

Otro punto del caos está en la intersección de las avenidas Cusco y Andahuaylas. Ambas vías lucen tomadas por ambulantes que ofrecen sus productos en un lugar fijo y otros itinerantes. Un policía consultado por la fiscalización que debe aplicarse refirió a Canal N que todo estaba en manos del Serenazgo.

No obstante, la grabación también muestra que los serenos solo transitan en medio del caos y no ejercen control en las zonas más críticas. Algunos de los ambulantes indicaron que, en lugar de aquello, los serenos arremeten violentamente contra vendedores cuyos puestos están alejados de los sectores de mayor riesgo.

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