Municipalidad de Lima inaugura diez escaleras en Asentamiento Humano del Rímac: ¿es realmente una medida integral para el tránsito? | ANÁLISIS

El burgomaestre sostuvo que ha cumplido una de sus promesas de campaña. “Hemos venido a Amancaes y aquí prometimos una serie de cosas. Primero, tener una pista de casi 5 kilómetros que llegue hasta este nivel. Pero no es justo, imagínate cuando llueva, habría barro. Entonces, con Néstor de la Rosa, alcalde del Rímac, propusimos poner escaleras, pero hace falta pistas para poder llegar rápidamente”, dijo.

El personal municipal aseguró que esta iniciativa fortalecerá la seguridad peatonal, minimizará el riesgo de accidentes, y disminuirá la contaminación del aire por polvo, y con ello, la incidencia de enfermedades respiratorias y dermatológicas. “Además, tras 3 meses de trabajo, se terminaron las escaleras en los pasajes de Independencia, San Martín, Bolívar, Chiclayo, Ica, Huánuco, San Sebastián, mz. A y mz. I; con un aproximado de más de 2.000 vecinos beneficiados”, añadió.

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La noticia ha traído comentarios positivos, pero también críticas por parte de diversos usuarios, alegando que no sería una solución a largo plazo para mejorar la accesibilidad y el flujo peatonal y vehicular.

El arquitecto y urbanista Aldo Facho mencionó que “las escaleras son una obra populista y excluyente. Consolidan la ocupación precaria de zonas no urbanizables. ¿Cómo accederán los adultos mayores, niños y personas con discapacidad?, ¿cómo llegará una ambulancia y los bomberos?”.

Asimismo, añadió que, a 22 años de “las escaleras de Luis Castañeda”, esa no puede ser la única opción para las familias que habitan zonas de riesgo. En una entrevista con El Comercio, Aldo Facho señaló que esta medida temporal está asociada a una evidente necesidad de aquellos ciudadanos que ocupan viviendas de manera informal. “Ahí no hay desagüe ni vías. La propuesta de las escaleras se ha convertido en una política discriminatoria. En el fondo, es una acción populista que solo consolida la precariedad”, dijo.

El especialista considera que, pese a que han pasado más de 20 años, las autoridades no han pensado en otro tipo de propuestas. “No podemos seguir con la misma supuesta solución. Tuvimos que haber implementado otra estrategia luego de esa primera atención”, señaló. Añadió que es importante que exista un trabajo conjunto entre la MML y el Ministerio de Vivienda, ya que este último cuenta con programas que pueden ofrecer ayuda económica para que así las familias accedan a un hogar digno.

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Facho acotó que el problema de fondo es la ausencia de una política de vivienda que atienda realmente a todos los peruanos, ya que algunos no pueden acceder a créditos debido a que no forman parte de la economía formal; por ello, viven en zonas de alto riesgo. “Es necesario que la MML busque trabajar con el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas), BCR (Banco Central de Reserva), entre otros, para obtener ayuda financiera”, comentó.

“El Estado tiene que generar mecanismos para garantizar el acceso a la vivienda. Hay espacios que necesitan transformarse para permitir el derecho al hogar de las personas. Esto puede ser posible en el Centro de Lima, San Juan de Lurigancho, Lima Norte, Lima Sur, etc. (...). Hay que mitigar los riesgos y poner a salvo a las familias”, dijo.

Por su parte, Mariana Alegre, directora de Lima Cómo Vamos y fundadora de Ocupa Tu Calle, comentó que las escaleras son útiles para un grupo importante de personas; sin embargo, proyectos de esta naturaleza deben hacerse de forma más integral. “Hay que preguntarnos de qué manera podemos atender a la población que vive en esos lugares. Tampoco se trata de no hacer nada y que sigan viviendo en la precariedad. Se debe buscar mejorar su calidad de vida”, indicó.

Resaltó que las escaleras atienden necesidades específicas de las personas abandonadas, pero estas deben formar parte de una estrategia completa. “Tienen que plantearse soluciones enfocadas en mejorar los espacios públicos. Debemos procurar crear una malla integral que sirva para transitar peatonalmente, y por medio de transporte público. Además, si no son zonas de alto riesgo, se podría considerar establecer teleféricos”, dijo.

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La experta añadió que el espacio es limitado, por lo que es importante maximizar su utilidad. “Hay que transformar las calles para aprovechar el tránsito de la mejor manera posible. El hecho de solo poner escaleras no es una solución, hay que complementar esta iniciativa con una serie de medidas adicionales”, enfatizó.

En primer lugar, Alegre propuso colocar canaletas que permitan subir y bajar bicicletas. Por otro lado, mencionó la posibilidad de instalar pequeñas rampas en zonas no tan empinadas donde se pueden trasladar carros de compras.

Finalmente, adicionó que sería beneficioso asignar números a los peldaños de las escaleras, ya que, al hacerlo, la gente podrá ubicarse con mayor facilidad. “Será más cómodo para las personas decir: ‘mi casa queda en el peldaño 87 a la derecha’ (...). El alcalde no debe hacer solo escaleras, sino una regeneración del espacio público que esté al servicio de la ciudadanía”, reflexionó.