Agentes policiales se “sembraron” en la selva del Vraem esperando el momento indicado para bloquear un envío de droga. Luego de varios días de espera, la operación se ejecutó el pasado 28 de junio. Los cargadores de cocaína llevaban seis días caminando desde el distrito del Vizcatán del Ene, en el Vraem, hacia una alejada pista clandestina, cruzando el monte. Los policías lograron detener a tres personas y se les incautó 700 kilos de droga.
Aunque limitadas por la pandemia, por temas logísticos y también legales, las operaciones contra el narcotráfico han continuado y, al 30 de junio de este año, la droga incautada por las autoridades peruanas ascendió a 39 toneladas, de las cuales 21,7 toneladas fueron de cocaína.
El jefe de Dirección Antidrogas de la Policía, general PNP Raúl Del Castillo, estimó que si continúan a ese ritmo lograrán superar la droga decomisada el año anterior. El 2019, se logró una cifra de 61,4 toneladas (41 t. de cocaína) y, para el 2020, durante el primer año de la pandemia, la cifra cayó ligeramente a 60,7 toneladas (38 t. de cocaína).
“Pese a las limitaciones logísticas y legales que tenemos, estamos logrando importantes decomisos de droga. Hemos desarticulado una organización criminal mexicano-peruana del cártel de Sinaloa. Les decomisamos 900 toneladas en Cieneguilla. También detuvimos a una organización peruano-boliviana. Detuvimos a sus cabecillas”, explicó el oficial.
El Comercio buscó esta información a raíz del informe de la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas de Estados Unidos de Norteamérica (ONDCP), adscrita a la Casa Blanca. Este organismo estadounidense precisó que en Perú, entre el 2019 y el 2020, las hectáreas con cultivos ilegales de coca subieron de 72,000 a 88,200. La producción potencial de cocaína, en ese mismo período, escaló de 649 tonelada métricas a 810 toneladas métricas.
Sobre este informe, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) afirmó que estos resultados obtenidos bajo la metodología del organismo de la Casa Blanca no precisa la diferencia de la hoja de coca lícita usada para fines tradicionales e industriales (cerca de 12,000 tm en el 2019) de aquella que se destina a la producción de droga. Devida también aclara que el informe no contabiliza las 4,842 hectáreas erradicadas en el último trimestre del 2020.
El jefe de Dirandro explicó que la última medición oficial de la cantidad de hectáreas cultivadas la presentó Devida en el 2019 con datos del 2018. “En adelante, la información que se está presentando son estimaciones, así que no tenemos una cifra clara”, dijo. Sin embargo, admitió que existe desde el 2019 en adelante una expansión de los cultivos de coca y una mayor producción de cocaína.
Entre los factores que han facilitado que las organizaciones de narcotraficantes avancen se encuentra la paralización de las acciones de erradicación de cultivos ilegales de coca debido a la pandemia. Además, se está resembrando en los espacios ya erradicados.
A todo esto hay que sumar que la Dirandro viene recibiendo año a año menos presupuesto. En el 2019, esta dependencia contaba con S/35,5 millones. Esos recursos bajaron a 33 millones (2020) y 29 millones (2021). “Cada operación demandan recursos. Estamos tratando de ser los más eficientes posibles con lo que tenemos”, comentó.
-Acciones de mejora-
Como estrategia para optimizar el combate contra el narcotráfico, Dirandro viene retomando conversaciones con Sunat y Aduanas para tener mayor presencia en los terminales portuarios del Callao. De estos (sumando al aeropuerto) sale el 40% de la droga. Aquí, explicó, se tiene que automatizar la designación del lugar de trabajo cada persona, de modo que, al no saber en qué área le tocará, a las mafias del narcotráfico les será más difícil “preñar” los contenedores.
Sobre el control de las narcoavionetas, el jefe de la Dirandro pidió que se reglamente la ley que autoriza la interdicción de estas naves. Desde hace años, las fuerzas del orden están impedidas de derribarlas pese a que están ingresando ilegalmente a nuestro territorio. Por inteligencia de la Fuerza Aérea del Perú, se conoce que al día entran unas cuatro narcoavionetas.
Pese a que el otro 40% de la droga producida en el país sale a través de este puente aéreo ilegal, en el 2021 solo se ha intervenido a dos narcoavionetas que estaban siniestradas. Y antes de este año, el antecedente más cercano de intervención de estas naves data del 2018.
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